Orígenes de nuestros problemas políticos (y III): se aprendió más del “malo”

Alta política

Casa de León y su Tiempo y el Regente Heredia o la Piedad Heroica representan dos paradigmas que sirven para estudiar al político venezolano actual, contraponerlos uno delante del otro de acuerdo a su accionar público

 

La licenciada Beatriz Briceño Picón, hija de Mario Briceño Iragorry sostuvo que hay suficientes razones como para pensar que los estereotipos que caracterizaron a Francisco Heredia a Antonio León se repiten en la Venezuela contemporánea.

Briceño Picón argumenta que dentro de la concepción histórica, Francisco Heredia representó la corona con una piedad heroica y con una integridad total de hombre probo a carta cabal, que tenía piedad de justicia a toda prueba. “En todas las oficinas de los abogados deberían tener un retrato de Heredia como símbolo de justicia integral”, agrega.

 

Se aprendió más de Casa León

Señala Beatriz Briceño Picón que Antonio León se movía como un gran marqués en toda la República, ejerciendo sus cargos de relevancia en la vida pública y defendiendo sus intereses. No lo considera como un hombre íntegro, a diferencia de Heredia. Enjuicia la declarante que el pueblo venezolano aprendió menos del Regente Heredia y más de Casa León, quien representa tanto a los oligarcas de su época y a los de ahora.
En la opinión de Beatriz Briceño, los militares históricamente están para defender la soberanía de Venezuela, el ejército tiene competencias para defender las instituciones del país, mientras que los civiles son los que deben hacer la democracia y defender los intereses de la República. A su discernimiento, Casa de León y el Regente Heredia recogieron los estereotipos que se repiten en la historia política de Venezuela.
La hija de Mario Briceño Iragorry cree que su padre consideraba la historia como un registro de hechos. Destaca Briceño (hija) que la historia es un proceso que tiene métodos propios que ocurren a través del tiempo con alguna finalidad. La hija del ilustre trujillano afirma que al desconocer la historia como proceso se corre el riesgo de convertimos en ciegos de nuestra propia idiosincrasia nacional.

 

Paradigmas a seguir

Beatriz Briceño enfatiza que las obras Casa de León y su Tiempo y El Regente Heredia o la Piedad Heroica son dos arquetipos o paradigmas que sirven para estudiar al político de Venezuela uno delante del otro. Cree que estos textos están hechos por una sola persona (Mario Briceño Iragorry) que quiso crear dos arquetipos con la finalidad de representar la unidad, entendiéndose que unidad no es uniformidad. Agrega que el autor de estas obras tenía como objetivo que se debe pensar en la unidad de país de manera complementaria. Insiste que su padre quiso plantear en el mundo civil dos modos de realización de la historia política de Venezuela, uno malo y otro bueno, uno que se debe seguir y otro no. Casa de León es un perverso mientras que El Regente Heredia es justo y equilibrado.

 

Justa memoria

Luis Javier Hernández Carmona en su trabajo “El concepto de la historia revisado desde Mario Briceño Iragorry” publicado en el año 1997, afirma que Briceño insistió en darle continuidad a la “justa memoria” que media entre las conmemoraciones y el olvido. “El objeto de Mario Briceño -dice Hernández- es presentar las formas antiguas como elementos indispensables para el proceso de reelaboración de la cultura que corresponde a cada generación”, reflexiona que no se puede mejorar lo que no se conoce, no se puede crear cuando se ignora la resistencia de los elementos donde se fundará la nueva obra.

 

La historia no es pasado muerto

El docente universitario Javier Hernández es de la idea que la historia no puede concebirse como “pasado muerto” que solo sirve para intensificar las grandes fiestas conmemorativas.

Hernández enfatiza que Briceño Iragorry acudió a la historia personal para compartirla con su entorno -y allí- hallar la savia nutritiva del pueblo que se transformó en el origen de su escritura. Precisa que no es seguir rindiendo culto y homenajes al brillo de las armas (historia militar), sino revisitar la historia desde sus constructores y bajo los perfiles éticos de las acciones y propósitos (acciones civiles).

Tomando en cuenta todas estas aseveraciones, el concepto de historia de Mario Briceño Iragorry no se limita en abordar la etapa independentista venezolana, sino que examina el accionar de civiles, que aunque no son venezolanos, incidieron en la naciente institucionalidad republicana de Venezuela (1810-1817). Los esfuerzos de Briceño Iragorry por construir una historia integral se ven reflejados en las obras Casa de León y su Tiempo y El Regente Heredia o la Piedad Heroica, porque prolongan la visión de historia al no desarraigar su inicio desde la era de la gesta de Independencia, sino que indaga en parte importante del pasado español, de la era colonial que vio nacer la hoy conocida República Bolivariana de Venezuela.

Sin embargo desde la opinión del historiador Elías Pino Iturrieta, Francisco Heredia no fue un ángel resucitado por Mario Briceño Iragorry, sino un hombre cuidadoso y pulcro como muchos empleados temerosos de la Corona, que junto a los estereotipos de Antonio León, forman parte de la idiosincrasia tradicional del político venezolano contemporáneo.

Para aprender

Esta seguidilla de reportajes respondieron a un proceso de investigación hecho por los licenciados Alexander González y Rafael García en honor al trujillano ejemplar Mario Briceño Iragorry, que con la obras Casa de León y su Tiempo y El Regente Heredia o la Piedad Heroica rompió con el enfoque militarista tradicional con el cual se narraba la historia venezolana, y contrapone a los dos tipos de políticos venezolanos.

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