Ordenan tres Diáconos para “servir” en la Diócesis de San Cristóbal

“El Diácono es eminentemente una expresión del amor de Dios”, lo expresó monseñor Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, este jueves 13 de diciembre en la ordenación de tres Diáconos en el Seminario Diocesano. Anunció el Prelado que próximamente esta Iglesia local también se iniciará la posibilidad de ordenación de Diáconos Permanentes.

La ceremonia se efectuó en la Iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, del Seminario Santo Tomás de Aquino en Palmira, para la consagración de los Neo Diáconos: José Gregorio López, Ricardo Ramírez, y Javier Velázquez.

“El Diácono es eminentemente una expresión del amor de Dios, por ello es que Jesús les recomienda a los discípulos amarse como Él nos ha amado. Y en esto vemos que realmente somos sus discípulos, amando a los demás. El diaconado tiene que ver con el amor, por el servicio de entrega, porque son configurados a Cristo sacerdote servidor”, indicó el Obispo en su reflexión.

“¿Que significa ser Diácono?”, se preguntó el Obispo, respondiendo enfáticamente: “servir y entregar la vida”, y explicó que “ambas cosas se realizan con amor. Quien no es capaz de amar, no puede entregar la ofrenda del Señor a los demás”.

Mencionó monseñor Moronta que próximamente la Diócesis de San Cristóbal se iniciará el Diaconado Permanente, hombres solteros o casados serán llamados a este ministerio. Por lo cual exhortó a entender que “la Iglesia es comunión, en la que el diácono, el sacerdote y el obispo actúan en comunión, esto debemos entenderlo porque pronto nos vamos abrir al Diaconado Permanente”.

Señaló el Obispo que “los diáconos no son monaguillos, ni funcionarios, sino ministros del servicio. Hombres destinados a configurarse con Cristo buen pastor”.

En la ceremonia el Obispo destinó a los Diáconos a sus servicios pastorales, José López, Diácono de la parroquia San Judas Tadeo en Umuquena; Ricardo Ramírez, Diácono de la parroquia Buen Pastor en Puente Real; y Javier Velázquez, Diácono en el Seminario Diocesano y miembro de la Fundación San Rafael.

Al finalizar el Obispo invitó a todos los fieles a rezar por los Diáconos para que sean fieles servidores de Cristo. “Los invito a que vean en estos jóvenes un signo de nuestro tiempo”.

“El Diácono es eminentemente una expresión del amor de Dios”, lo expresó monseñor Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, este jueves 13 de diciembre en la ordenación de tres Diáconos en el Seminario Diocesano. Anunció el Prelado que próximamente esta Iglesia local también se iniciará la posibilidad de ordenación de Diáconos Permanentes.

La ceremonia se efectuó en la Iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, del Seminario Santo Tomás de Aquino en Palmira, para la consagración de los Neo Diáconos: José Gregorio López, Ricardo Ramírez, y Javier Velázquez.

“El Diácono es eminentemente una expresión del amor de Dios, por ello es que Jesús les recomienda a los discípulos amarse como Él nos ha amado. Y en esto vemos que realmente somos sus discípulos, amando a los demás. El diaconado tiene que ver con el amor, por el servicio de entrega, porque son configurados a Cristo sacerdote servidor”, indicó el Obispo en su reflexión.

“¿Que significa ser Diácono?”, se preguntó el Obispo, respondiendo enfáticamente: “servir y entregar la vida”, y explicó que “ambas cosas se realizan con amor. Quien no es capaz de amar, no puede entregar la ofrenda del Señor a los demás”.

Mencionó monseñor Moronta que próximamente la Diócesis de San Cristóbal se iniciará el Diaconado Permanente, hombres solteros o casados serán llamados a este ministerio. Por lo cual exhortó a entender que “la Iglesia es comunión, en la que el diácono, el sacerdote y el obispo actúan en comunión, esto debemos entenderlo porque pronto nos vamos abrir al Diaconado Permanente”.

Señaló el Obispo que “los diáconos no son monaguillos, ni funcionarios, sino ministros del servicio. Hombres destinados a configurarse con Cristo buen pastor”.

En la ceremonia el Obispo destinó a los Diáconos a sus servicios pastorales, José López, Diácono de la parroquia San Judas Tadeo en Umuquena; Ricardo Ramírez, Diácono de la parroquia Buen Pastor en Puente Real; y Javier Velázquez, Diácono en el Seminario Diocesano y miembro de la Fundación San Rafael.

Al finalizar el Obispo invitó a todos los fieles a rezar por los Diáconos para que sean fieles servidores de Cristo. “Los invito a que vean en estos jóvenes un signo de nuestro tiempo”.

Salir de la versión móvil