Luis A. Villarreal P.
Ya no hay más preguntas por formular, casi todas inquieren lo mismo: ¿Qué irá pasar? No porque se tenga alguna duda sobre quién será el ganador de las Presidenciales. Para nada, ese no es en lo absoluto el problema de los venezolanos a pocas semanas del desenlace electoral; tirios y troyanos saben perfectamente cuál es el candidato vencedor.
Conocen el campeón del tarjetón electoral, pero quienes se saben arrolladoramente perdidos, porque los actos de calle realizados por ambos bandos ‘contendores’ son espejo en alta definición y siguen reflejando la inalterable verdad de un pueblo consustanciado con el Cambio; se ve nítidamente la exigua presencia de los aupadores de la reelección continuista, haciendo inútiles esfuerzos para disimular la incontrovertida presencia de doña soledad en sus íngrimas calles.
Las encuestas no parcializadas, dejan ver en sus proyecciones estadísticas la contundente mayoría de la Candidatura Unitaria Democrática, creciendo abrumadoramente y dejando a los reeleccionistas un minúsculo apoyo ‘popular’ que no llega a los dos dígitos porcentuales; es decir, ni a un 10% y a la baja.
Ante estas circunstancias tan trágicas para el oficialismo, sus voceros y estrategas insisten en montar un show queriendo hacer ver en sus cantinfléricas encuestas, el risible repunte de la candidatura continuista y el chiste de su posicionamiento electoral acercándose nada menos al 50% —y en crescendo— de la intención del voto a su favor; tal vez con la fatal idea de voltear la torta al cerciorarse de los resultados del escrutinio el 28J.
El qué irá pasar, se refiere a lo mismo de procesos electorales anteriores en los cuales la verdadera Oposición también fue indiscutible mayoría. Ganó presidenciales y terminó siendo perdedora; llegando al extremo de soportar el boicot a la AN 2015; la anulación y usurpación de sus funciones en todo su ejercicio, por parte del chavismo golpista que ideó la Asamblea Nacional Constituyente usurpadora.
Esta vez, no tendría por qué ser diferente; es decir, ganar para seguir perdiendo por imposición una vez más de los dueños de las instituciones; tentáculos oficiales del Régimen ya indisimulado, al tratarse de unas Presidenciales allanadas rotundamente por la Candidatura Democrática Opositora concursante sin rival, voto a voto.
Pero en esta oportunidad, la historia —afanados en repetir— en relación al electorado, no tiene el mismo contexto de las anteriores elecciones. Esta vez, ni con expertos podrán manipular sin dejar al descubierto semejante y delatora tramoya, tejiéndose desde el nombramiento de un CNE con misión deleznable, en el marco de un Calendario Electoral diseñado según conveniencia continuista.
Hasta ahora; la Oposición Democrática, proponente del Cambio —con personas ajenas al alacranato—, no ha tenido participación en los asuntos de control del CNE; específicamente en aspectos clave donde situaciones y mecanismos pudieran tener ‘puntos ciegos’ a favor de la muy posible manipulación con intenciones ventajistas o fraudulentas; en los cuales se hace vulnerable el proceso electoral; es decir, donde se podría alterar la veracidad de los resultados del mismo.
No obstante, de acuerdo a los antecedentes, a la desconfianza sobre quienes han ejercido la ‘representación’ del órgano comicial; cuya estela es de incongruencias, inconclusiones y complacencias excepcionales, reflejando su imagen parcializada; la ciudadanía y los posibles ‘escrutadores’ internos y externos —si les permiten fijarse más profundamente— harán lo posible de vigilar las secuencias del proceso electoral, a objeto de impedirles el despropósito fraudulento y estar a la altura de las contingencias como si fuera el tributo exigido por el triunfo de los venezolanos.
…
Encuestas de fraude electoral
Que estemos viendo falsas
encuestas del Régimen en los
[medios
del Estado, no alarma;
es inútil esfuerzo
tratando de sembrar el
[desconcierto.
Están buscando el fraude
desde ahora, aspirando que el
[pueblo
desista echar pa’ lante
y elija estarse quieto.
En su mensaje advierten lo
[funesto:
No esperen ningún Cambio
Político, sino más bien enérgicos
y ‘revolucionarios’
bríos; siempre dispuestos
a defender —con o sin
[fundamento—
la ‘revolución’ misma,
lo único que sí se debe salvar.
¿Aunque hayan hecho trizas
—con cínica crueldad—
a Venezuela? No, ¡ya no podrán!
L A V P
…
Se sigue pensando lo mismo: en la existencia de un ‘diálogo’ entre garantes interlocutores, acoplados a los Acuerdos de Barbados
Estudian y sopesan la posibilidad de satisfacer las exigencias del Régimen a fin de lograr Elecciones ‘Libres’ conducentes al gobierno de transición. Todo en base a lo expresado por el Encargado de Negocios de Estados Unidos para Venezuela, Francisco Palmieri, quien asevera la continuidad de las negociaciones.
Como plan B, el oficialismo venezolano deja ver su inflamada intención de no respetar el proceso eleccionario; propendiendo sin parar a imposibilitarle —sin éxito y con ridículo— la Ruta Electoral a la única Candidatura Democrática de Cambio. El despropósito chavista tiene los días contados, está ocupado intentando decidir la quema de sus últimos cartuchos, tendientes al fraude, al golpe electoral; empezando por la posible inhabilitación de la MUD y la correspondiente desaparición de su tarjeta del tarjetón electoral.
Se dan por sentado —además de las opciones expuestas—, otras cartas bajo la manga del oficialismo; relacionadas al funcionamiento del sistema automatizado susceptible de indebida manipulación, y a la distribución de electores y mesas electorales capaces de dificultar y desmotivar la concurrencia comicial.
A Edmundo no temen, piensan que lo pueden bailar; a la loba redentora sí, y a la guarida que merodea desde el exterior, mucho. Es irreversible.
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