El Cairo, 29 oct (EFE).- ONU Mujeres presentó este miércoles en El Cairo la campaña “Hand in Hand” (Mano a mano), una iniciativa financiada por la Agencia Vasca de Cooperación al Desarrollo, la cooperación alemana (GIZ) y la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional (Sida) destinada a incrementar la participación de los hombres en las tareas domésticas en los países árabes.
El acto de lanzamiento, celebrado en el Hotel Flamenco del barrio cairota de Zamalek, coincidió con el Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo y contó con la presencia telemática del director regional de ONU Mujeres para los Estados Árabes, Moez Doraid, junto a jóvenes de Egipto, Jordania, Marruecos, Túnez y Palestina.
“El reparto equitativo de las responsabilidades del hogar entre hombres y mujeres es esencial para construir familias y sociedades más saludables y resilientes”, afirmó Doraid, quien destacó que la paternidad activa y las masculinidades positivas “no solo benefician a las mujeres y niñas, sino también al bienestar de los niños y de los propios hombres”.
La campaña, dirigida a jóvenes de entre 18 y 35 años, combina acciones presenciales y digitales con el objetivo de reducir en una hora diaria la brecha de tiempo dedicada al trabajo doméstico no remunerado entre hombres y mujeres en la región.
Según datos de ONU Mujeres, las mujeres dedican entre 17 y 34 horas semanales al trabajo doméstico no remunerado, frente a entre 1 y 5 horas en el caso de los hombres. “Mano a mano” busca revertir esta desigualdad mediante la movilización social y la difusión de mensajes positivos sobre la corresponsabilidad.
El influencer egipcio Mahmoud Abdel Megeed intervino como invitado especial. Reconocido por sus vídeos en redes sociales sobre igualdad y tareas domésticas, relató su experiencia enfrentando estereotipos de género. “Me llamaron ‘simp’ por hablar de cómo lavar un vaso, pero millones vieron ese vídeo. Si sirve para que otros hombres reflexionen, ya valió la pena”, comentó.
Relató que las críticas llegaron incluso de su propio padre, que le dejó un comentario negativo en uno de sus vídeos, o de algunos de sus amigos, que le reprochan constantemente que el contenido que crea «no es realista» y es injusto para los hombres.
La iniciativa se enmarca en el programa regional Dare to Care (2023–2026), implementado por ONU Mujeres en Egipto, Jordania, Marruecos, Túnez, Líbano y Palestina.
Este programa, también financiado por la Agencia Vasca, busca «transformar las masculinidades patriarcales y las normas sociales que limitan la igualdad de género», tomando como punto de entrada la participación de los hombres en el trabajo de cuidados.
El proyecto se apoya en investigaciones desarrolladas por ONU Mujeres y sus socios en la región, que han revelado que más de la mitad de los encuestados (55 % en el sector público y 52 % en el privado) apoyan que las bajas de paternidad y maternidad sean de igual duración para ambos progenitores.
Los datos también revelan que el 70 % de hombres y mujeres desean más tiempo con sus hijos y que la paternidad activa reduce la violencia doméstica, mejora la salud mental y favorece la participación femenina en el empleo.
Además de su dimensión comunicativa, Dare to Care trabaja con universidades, ministerios y líderes religiosos para reinterpretar los textos sagrados -como el Corán o la Biblia- desde una perspectiva de igualdad de género y para incorporar la corresponsabilidad a las políticas públicas y los programas educativos.






