La ONU inauguró este domingo una conferencia en Punta Cana, en la República Dominicana, para presentar en América Latina el Decenio de la Agricultura Familiar, un plan global que se desarrollará hasta 2028 y que pretende combatir la pobreza rural.
El representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para América Latina y el Caribe, Julio Berdegué, afirmó en la inauguración que «sin la agricultura familiar no seremos capaces de erradicar la extrema pobreza» y «menos aún cumplir la meta de hambre cero».
Berdegué también subrayó que la agricultura familiar es «insustituible» para lograr los objetivos del desarrollo sostenible de la ONU y fomentar la conservación de la biodiversidad.
«Si queremos salvar los bosques y las selvas, entonces hay que fortalecer los derechos y las capacidades de los agricultores familiares y de las comunidades indígenas que allí habitan en esos ecosistemas fundamentales de nuestro planeta», aseveró el representante de la FAO.
El Decenio de la Agricultura Familiar, impulsado por la FAO y por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), fue lanzado a escala mundial el pasado mayo en Roma.
Entre sus objetivos, el plan pretende fomentar la inclusión social de las comunidades campesinas a través de políticas públicas y contribuir a que la agricultura familiar sea «rentable, sostenible y resiliente».
La agricultura familiar es especialmente determinante en América Latina y el Caribe, puesto que aporta entre el 57 % y el 67 % de la producción alimentaria de la región y genera empleo para más de 60 millones de personas.
A pesar de este volumen de producción, solo el 23 % de las tierras agrícolas de América Latina y el Caribe está en manos de agricultores familiares, según datos de la FAO.
El evento organizado por la FAO reunirá en Punta Cana hasta el próximo martes a representantes de Gobiernos y Parlamentos de 19 países de América Latina y el Caribe.
También están presentes organizaciones de la agricultura familiar, grupos de jóvenes, mujeres y pueblos indígenas, instituciones académicas, representantes del sector privado empresarial y cooperativo y ONG, además de varias agencias de la ONU.