ONGs de Venezuela: en proceso de extremas regulaciones y posible desaparición, con la nueva ley restrictiva | Por: Luis A. Villarreal P.

 

De acuerdo a lo acordado por la Asamblea Legislativa, se adelanta la instalación de ‘mesas de trabajo’ y  una «Consulta Pública Nacional sobre Proyecto de Ley de Fiscalización, Regularización, Actuación y Financiamiento de las Organizaciones no Gubernamentales y Afines, con la  propuesta de involucrar al Poder Popular en la supervisión de las ONG».

Eso lo sintetiza todo. Coincide con la sospecha desde hace tiempo adoptada por quienes son parte de las citadas organizaciones y de todos los beneficiarios de las mismas, en cada pueblo, ciudad, estado y del país entero; por cuanto estas cumplen principalmente una misión extraordinaria en la sociedad y su organización socio-cultural y política.

Por ello preocupa al colectivo, con responsabilidad ciudadana y democrática, la intención oficialista de querer atenuar o impedir el desempeño de las asociaciones. La ‘razón’ de tan arbitraria medida es por la labor de denuncia, intercesión y crítica ante el ejercicio del oficialismo;  a sus erráticos procedimientos, a la defensa de los oprimidos, al esclarecimiento de los datos oficiales inconsistentes en relación a la realidad nacional.

Como las asociaciones tienen tan diversa índole; y su objeto tiende a variar según los requerimientos de organización y necesidad, civiles: pro-defensa, vecinales, gremiales, ambientalistas, asistenciales, religiosos, educativos, artísticos, entre muchos otros; no pocas personas se sienten exentas de ser alcanzadas o perjudicadas, porque sus ONG son neutras y no ejercen ciudadanía

Actitud equivocada y sectaria, ingenua, refiriéndose a la ley en ciernes —aprobada en primera discusión a principios del año pasado—, simplemente la interpretan como un intento más del Estado de controlar la importante figuración de sus ‘adversarios civiles’ organizados en estos entes privados sin fines de lucro, con absoluta independencia del gobierno de turno y de las tendencias ideológicas o partidistas; en el marco de posibilidades y ventajas otorgadas por las normas reguladoras respectivas en plena reivindicación de los derechos civiles.

Pero no es así, esta vez la AN desplegará su enconada ‘fobia’ contra estas organizaciones, sin miramientos ni consideraciones, siguiendo el esquema procedimental del Estado opresor; tejiendo su red de injerencia en el ámbito social, usurpando el libre derecho de participación, organización, voluntad y emprendimiento de los ciudadanos asociados en aras del funcionamiento y bienestar de la colectividad.

¿Por qué el chavismo ha venido imponiendo su forma organizativa al conglomerado, dando preferencia de acción y atención a quienes con él comulgan —en su ideología y procedimientos—, y les sirven de brazo ejecutor y propaganda?

Los comités pro-defensa [principalmente ambientalistas], de salud, vivienda, las asociaciones de vecinos, centros culturales, permitidos en las normas democráticas, fueron reemplazados ‘de facto’ por los ‘círculos bolivarianos’, los ‘consejos comunales’, de tierras, etcétera; algunos transformados o adecuados a otros inventos útiles al conformismo, a la propaganda y dominación oficial. Al establecimiento del supuesto empoderamiento de los sectores ‘populares’ y de la relación de dependencia  y ‘compromiso’ de estos con el Estado ‘benefactor’.

Amnistía Internacional [AI], al igual otras ONG globales, han estado manifestando su preocupación por el proyecto de ley con claras pretensiones de hacer inviable el ejercicio de las ONG venezolanas; algunas de ellas inculpadas de trabajar en concierto con el imperio estadounidense, en contra de los ‘intereses nacionales’ realizando tareas desestabilización política y económica; acusadas de recibir fondos extranjeros para tales fines, e incluso de practicar el lavado o blanqueo de capitales con dudosa procedencia.

Así se expresó AI en un comunicado:

“La Asamblea Nacional (oficialista) retomó el tratamiento de un proyecto de ley que busca restringir y potencialmente criminalizar y cerrar las asociaciones civiles, fundaciones y organizaciones no gubernamentales que operan en Venezuela”.

El régimen venezolano emula de la mejor forma posible a su par de Nicaragua quien se ha dado el tupé de ultrajar ante los ojos del mundo libre y civilizado la organización social, digna y autónoma, de los nicaragüenses, humillando a la sociedad en todos sus estratos porque no aceptan ser obedientes a los caprichos retrógrados de las mentes recalcitrantes de la todavía denominada ‘revolución sandinista’.

Las ONG  venezolanas —necesariamente opuestas al oficialismo en el consecuente desempeño de su rol ciudadano, en defensa de los derechos civiles, políticos y humanitarios, atrozmente ignorados o conculcados— tienen dos opciones básicas: complacer la férrea ansiedad continuista del poder, actuando según sus rebuscadas ‘disposiciones legales’, callando y legitimándolo  —como hacen los medios de comunicación censurados o autocensurados, y la partidocracia obediente y entreguista—;  o funcionar clandestinamente o desde el exilio, siguiendo la misma línea y ponderación como hasta ahora: denunciando los abusos sobre el cuerpo social y reivindicando sus derechos de dignidad, libertad y bienestar.

ONG venezolanas en peligro

El derecho del pueblo

a organizarse libre y formalmente,

pasa por mal momento:

tiene molesto al régimen.

Entre ellos han armado un alboroto

 

tratando de adecuar

a su despótico sojuzgamiento

la voluntad social

de asumir con esmero

un trabajo en beneficio de nuestro

 

colectivo; de acuerdo

a los problemas y dificultades,

y al lícito deseo

de asociarse. La excusa:

quieren otros consejos comunales.

 

A través de una ley

desean poner camisa de fuerza

al control y al deber

ciudadano. ¡Protesta!

¡La ciudadanía no es gobiernera!

L A V P

La cumbre de Davos, Suiza —del 15 al 19 de enero 2024— promovida por el Foro Económico Mundial [FEM], organización internacional no gubernamental, bajo el lema ‘Reconstruir la Confianza’; realizada con la participación de un centenar de gobiernos, un millar de empresas, e importantes organizaciones mundiales, líderes y emprendedores civiles, verdaderos propulsores del cambio, y medios de comunicación; cuyo propósito fue someter a consideración los ingentes problemas globales, como: incidencia de la geopolítica en la vida de las naciones independientes; celeridad del cambio climático; exclusión del carbón en el intercambio comercial y económico; proyección de la inteligencia artificial [IA]; mejoramiento del poder adquisitivo de los trabajadores; socialismo y colectivismo problema del capitalismo; la paz vs. la guerra; sanciones contra los promotores de intervenciones militares ilegales y el terrorismo [casos Rusia vs. Ucrania – Hamas vs. Israel]; entre tantos otros temas.

No sin las quejas de rigor, el foro ha dado satisfacciones esperanzadoras porque dicho evento reiteró el compromiso por un mundo mejor, el cerrar filas en torno a los derechos de la humanidad —a desarrollarse en paz y en los caminos de libertad, justicia, equilibrio y dignidad— y no por pretensiones irracionales de dominación geopolítica pasando por encima de la integridad territorial de Estados soberanos; tampoco por capricho de ‘gobiernos’ convertidos en fuerzas de dominación contra pueblos empobrecidos y humillados soportando la violación de sus elementales Derechos Humanos.

En Venezuela, el comienzo de este año, como se ha venido señalando, nos está mostrando la dificultad de alcanzar los objetivos del cambio por la ruta electoral. Aún sigue sin conocerse el dictamen del TSJ sobre las prevaricadas inhabilitaciones; menos aún la liberación de los presos políticos, y de quienes permanecen injustamente detenidos por ‘razones’ desconocidas.

Asimismo; aunque apenas se ha estado reestructurando la Asamblea Nacional en su directiva y comisiones, ahora, según parece, dando prioridad a la rebuscada ley regulatoria de las ONG; se sigue esperando información oficial sobre los avances legislativos en relación a la Guayana Esequiba, y los resultados de las diligencias acordadas según el mandato del Referendo 3D.

 

 

 

 

 

 

 

.

Salir de la versión móvil