OIEA supervisa vertido de agua contaminada en Fukushima y se reúne con pescadores

OIEA supervisa vertido de agua contaminada en Fukushima

Vista de la lonja de Soma, a 50 km al norte de la accidentada central nuclear de Fukushima (Japón).EFE/ Antonio Hermosín Gandul

Tokio, 13 mar (EFE).- El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, se desplazó este miércoles hasta Fukushima para supervisar el vertido del agua contaminada y tratada de la accidentada central nuclear, y se reunió con pescadores y estudiantes locales para escuchar sus inquietudes.

El viaje de Grossi al noreste japonés se produce en el segundo de sus tres días de visita al país asiático para reunirse con miembros del Gobierno y de la empresa operadora de la planta, Tokyo Electric Power Company (TEPCO), como parte de las labores de supervisión del proceso del vertido, que tiene previsto abordar más en profundidad durante una rueda de prensa programada para el jueves.

Durante su visita a las instalaciones nucleares, Grossi se grabó junto al canal de salida del agua tratada que conecta con la tubería subterránea que lleva el vertido hasta la zona de desembocadura al océano Pacífico, a un kilómetros de la costa, mientras explicaba su proceso de dilución previa con agua marina, entre otros puntos.

«Supervisando esta operación y dando la información oportuna sobre la misma, nos aseguramos, como hemos dicho desde el principio, que el OIEA estará presente antes, durante y después de esta operación tan importante, y hasta que la última gota sea dispersada de forma segura en el océano», dijo Grossi en un vídeo difundido en su perfil de la red social X.

«La seguridad nuclear es lo primero. El OIEA está aquí y seguiremos supervisando continuamente esta operación», añadió.

Antes de desplazarse hasta las damnificadas instalaciones nucleares, el director general del OIEA mantuvo un encuentro en la localidad de Iwaki con asociaciones y grupos de pesca de la región, muchos de los cuales se muestran en contra de la iniciativa del vertido por el daño que pueda ocasionar a la reputación de sus productos, ya marcada por el accidente atómico.

El argentino aseguró que los intercambios durante la sesión fueron «positivos» y que les transmitió el compromiso del OIEA de «garantizar la seguridad, brindar explicaciones claras y mantener su presencia en la central» hasta el final, contó en la mencionada red.

«El OIEA monitoriza independientemente la descarga de agua de la central, analizando agua, peces y sedimentos. Hasta ahora, los resultados de cuatro lotes muestran que el tritio está muy por debajo de los límites. La transparencia, la precisión y el diálogo serán fundamentales durante todo el proceso», añadió.

Grossi también dio una charla ante un grupo de estudiantes de la región de Fukushima, una sesión que, dijo, subraya la importancia de la labor del organismo que dirige para las generaciones futuras. «Sus preguntas sobre la descarga de agua y otras cuestiones de energía nuclear enfatizan el valor del compromiso del OIEA», señaló.

TEPCO está vertiendo al Pacífico más de 1,32 millones de toneladas de agua contaminada de radioisótopos, tras ser procesada para retirarle la mayoría de esos materiales altamente radiactivos y diluida en agua marina, un proceso que se prolongará varias décadas.

El Gobierno japonés, la operadora de la planta y el regulador nuclear nipón se decantaron por el vertido al océano como la mejor vía para solucionar el problema del almacenamiento limitado para el líquido dentro de las instalaciones nucleares, y tras descartar otras alternativas por su complejidad técnica o su mayor coste.

La descarga ha generado críticas de países vecinos, sobre todo de China, aunque está siendo supervisada por el OIEA, que considera que el plan nipón se ajusta a los estándares de seguridad del sector y los vertidos «graduales y controlados» tendrán un impacto radiológico «insignificante» en personas y medioambiente.

 

 

 

 

 

 

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