POR EVER GARCÉS
En 2012 Vainilla Repostería aparece en el escenario merideño para revolucionar la elaboración de postres, está especializada en la preparación de macarons. Agobiada por un trabajo de 8 a 5, en oficina, la emprendedora María Fernanda Avendaño se aventuró a iniciarse en el mágico mundo de los macarons. Inspirada por los recuerdos de los que había probado en Europa comienza el reto de intentar reproducir, sin estudios formales, la complicada y legendaria receta. A los seis meses se dio por satisfecha con el resultado y, como Macarons Vainilla, comenzó a venderlos. Con los años la receta se volvió cada vez más sofisticada, la mezcla de harina de almendras (elaborada por ella misma) y el delicado merengue italiano, sirven de base para mezclas dulces y saladas.
Entre la oferta de sabores con que cuentan se puede conseguir: limón, parchita, guayaba, frambuesa, dulce de leche, chocolate de leche, chocolate blanco con agua de rosas, oreo, piña, pie de limón, mora, té verde y pistacho. También planean incorporar sabores nuevos cada tres meses.
En Vainilla Repostería no se limitan solo a los macarons. También cuentan con mini dulces como: profiteroles con chocolate, con costra de caramelo, costra dulce y los de glasee con lavanda y limón, torta de queso criollo con guayaba al igual que los shots como: isla flotante, mousse de dulce de leche con suspiros, mousse de chocolate con topping de brownie, tres leches con corazón de dulce de leche. Los ponqués y coberturas también forman parte de la oferta de la marca.
Otro dato importante es que la presentación de todos los postres está llena de detalles lo que hace que un postre de esta marca se convierta en un preciado regalo.