Se prevé que en la cita hablen un representante de la OIM y otro de la Acnur. El encuentro fue convocado por el secretario general de la OEA, Luis Almagro
La Organización de Estados Americanos (OEA) tratará este miércoles en una sesión extraordinaria la crisis migratoria generada por la salida de más de dos millones de ciudadanos de Venezuela ante la situación económica, humanitaria y política que vive el país.
El encuentro, que reunirá en la sede de la OEA en Washington a los representantes de 34 países miembros, fue solicitado hace dos semanas por el secretario general, Luis Almagro, y convocado el miércoles pasado por la presidenta del Consejo Permanente, Rita Hernández, reseñó DPA.
Almagro, uno de los políticos latinoamericanos más críticos con el Gobierno de Nicolás Maduro, presentará ante el consejo permanente la situación migratoria de los venezolanos calificada por él de «desesperante en sí misma».
Se prevé que en la cita hablen también un representante de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) y otro de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), que recientemente calculó en 2,3 millones la salida de venezolanos de su país desde 2014.
A finales de agosto, los jefes de ambos organismos, William Lacy y Filippo Grandi, respectivamente, hicieron un llamado a los países «que están recibiendo una cantidad cada vez mayor de refugiados» para mantener la atención a los ciudadanos venezolanos.
Aunque ambos elogiaron a la región por «recibir generosamente a miles de venezolanos», manifestaron su preocupación por «los nuevos requisitos de pasaporte y entrada fronteriza en Ecuador y Perú».
Las intervenciones de los representantes de esas naciones, que junto a Colombia y Brasil son las principales receptoras de migrantes venezolanos, también centrarán la atención de la sesión extraordinaria, que fue precedida por el Encuentro Regional por la Movilidad Humana celebrado lunes y martes en Quito, Ecuador.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha calificado la crisis en Venezuela como una de las mayores en la historia de la economía moderna. Según sus previsiones, el país cerrará este año con una inflación de un millón por ciento.
El producto interior bruto se ha contraído en torno al 50 por ciento en los últimos cinco años.