La pertinencia de esta denuncia se basa en la más reciente ocupación ilegal de la conocida como Finca Judibana por parte de miembros de consejos comunales de la zona donde se ubica esta Estación Experimental de la ULA, en el municipio Alberto Adriani de Mérida. Estas personas iniciaron la invasión el pasado 17 de junio y desde entonces han causado destrozos, robos y están comercializando la leche que producen las vacas de la finca, alegando que “tienen hambre”. Durante cuatro años invasores han ocupado por períodos la Finca Judibana, haciendo robos y causando daños irreparables.
Cuatro años de invasión y ecocidio
Los daños causados a la Finca Judibana por los invasores, que desde 2016 toman cada vez más espacios, ponen en riesgo proyectos de investigación científica únicos en el país, cuyo desarrollo suma décadas en algunos casos y cuyos hallazgos y logros son imprescindibles para el desarrollo de la nación. Así mismo, la invasión y destrucción de la Estación Experimental Judibana atenta contra la existencia del Núcleo Universitario Alberto Adriani de la ULA, cuya sede funciona en esos espacios.
“Desde el año 2016 y hasta la presente fecha permanece invadida la Estación Experimental Judibana del Núcleo Alberto Adriani de la ULA (NUAA-ULA), afectando 240 hectáreas de un total de 250. Investigaciones de genética bovina, agroforestería: cacao, bambú y especies forestales, han sido destruidas y los estudiantes se han visto imposibilitados de realizar sus prácticas de campo”, detalló el ODH-ULA en su informe sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela, con especial referencia a la región andina (2018-2019).
Entre los proyectos de investigación científica que están en riesgo de perderse debido a la invasión y destrucción de la Finca Judibana destacan los derivados del convenio firmado entre la ULA y la empresa Nestlé, así como el Proyecto de sistemas agroforestales de árboles maderables con cacao, que comenzó en el año 2007. Lamentablemente, el Proyecto Bambú, fruto de un convenio bilateral con Japón, quedó extinguido luego de un incendio intencional causado por los invasores en agosto de 2019 al sembradío de bambúes. El ODH-ULA anexó a su denuncia fotografías de este ecocidio sobre el que la justicia venezolana no ha actuado.
Medida de protección que nadie hace cumplir
Pese a las reiteradas denuncias y solicitudes de acción para desalojar a los invasores hechas por las autoridades del NUAA-ULA ante los distintos cuerpos de seguridad y defensa del Estado, durante casi cuatro años no han cesado los ataques a la Finca Judibana. El ODH-ULA recuerda que el delito de invasión es permanente y solo cesa con el desistimiento de los invasores. Así mismo, este Observatorio resalta que los daños y robos cometidos en las universidades públicas y autónomas del país son a su vez daños contra bienes de la nación.
En febrero de 2018 el ODH-ULA emitió el Informe preliminar: invasión de dependencias universitarias. Violación de la autonomía, el derecho a la educación y el acceso a la justicia en materia ambiental, donde indica que entre los años 2004 y 2018 al menos 14 dependencias de cinco universidades autónomas del país han sido invadidas y desvalijadas. Una de ellas también pertenece a la ULA, la Estación Experimental Caparo, adscrita a la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de esta casa de estudios y ubicada en el estado Barinas. Desde el año 2004 invasores ocupan intermitentemente sus terrenos causando desforestación y otros delitos ambientales.