Ocupar la mente con reflexiones elevadas y bellas

Cuando yo era adolescente mi padre me dijo que leyera las obras del escritor ruso Fedor Dostoievski (1821-1881). Le hice caso y una de las novelas que más me impactó fue ‘Los Hermanos Karamazov’ (1879-1880). En una parte de la obra Aliosha Karamazov, que es muy espiritual, está dialogando con Mijail Rakitin sobre su hermano Iván Karamazov, que es un intelectual ateo y reflexiona mucho sobre cuestiones filosóficas. Rakitin insinúa que quizás Iván quiere obtener dinero, pero Aliosha le responde: “Tú no estimas a Iván. Iván no tiene sed de dinero […] Iván mira más alto. No se dejaría seducir ni por miles de rublos […] Iván tiene un espíritu agitado […] Él es uno de esos que no quieren millones sino una respuesta a sus preguntas” (Parte I, Libro II, Cap. 7).

Recuerdo que eso que dice Aliosha sobre Iván me conmovió mucho la primera vez que lo leí, porque mi padre siempre fue como Iván. Mi padre era dibujante retratista y pudo ganar muchísimo dinero, pero no lo hizo y solamente se interesaba por reflexionar continuamente sobre la perfección artística.

Todo ser humano normal en algún momento de su vida, se hace preguntas elevadas y fundamentales sobre la vida y la manera de vivir. El pintor francés Paul Gauguin (1848-1903) pintó en Tahití un famoso cuadro en 1897 con la leyenda “¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿Adónde vamos?”. Entonces, cuando yo era Profesor jubilado activo de ‘Evolución de los Seres Vivos’ en el NURR-ULA (Trujillo, Venezuela) desde 2002 hasta 2016, yo impartía la teoría evolutiva del gran naturalista inglés Charles Darwin (1809-1882) y siempre les decía a mis estudiantes que jamás vamos a ver a un animal reflexionando sobre esas preguntas del cuadro de Gauguin y que solamente los humanos tenemos la capacidad de inquietarnos por buscar respuestas.

No obstante, hay personas que no se preocupan nada por forjarse una mundivisión propia bien reflexionada y coherente, sino que asimilan de manera inconsciente e irreflexiva las concepciones y valores que les inculca la sociedad, aunque frecuentemente sean falsas concepciones y falsos valores. En tal sentido es muy pertinente recordar al gran filósofo griego Sócrates (469-399 A de C) cuando fue enjuiciado y dijo al hombre ateniense: “¿No te avergüenzas de afanarte por aumentar tus riquezas todo lo posible, así como tu fama y tus honores, y no cuidarte ni inquietarte por la sabiduría y la verdad, y porque tu alma sea lo mejor posible?” (Platón, ‘Apología’, 29 d-e). Más adelante Sócrates en el mismo juicio dice: “Una vida no examinada no es digna de ser vivida por un ser humano” (Platón, ‘Apología’, 38 a). Sobre la primera cita de Sócrates es importante aclarar que en nuestro país hay empresarios que son honestos y ganan dinero pero contribuyen al desarrollo del país.

Escribo a finales de abril de 2018 y todos sabemos que actualmente muchos ciudadanos viven estresados y angustiados por la mera supervivencia cada día: Buscar comida al mejor precio, buscar medicamentos que no se consiguen, buscar gas doméstico, buscar repuestos de automóvil o repuestos de artefactos caseros dañados, esperar horas por un transporte público, horas para conseguir en un banco algo de dinero en efectivo, muchas horas para cobrar una pensión de vejez, horas sin luz, sin teléfono o sin internet, y paremos de contar. Eso es una vida infrahumana y no queda mucho tiempo para reflexionar sobre interrogantes fundamentales de la vida ni para ocupar la mente con las cosas elevadas y bellas que nos ha legado la historia de la humanidad: La buena cultura universal, los buenos libros, la buena música, el buen arte, buenas películas, el ejercicio físico, etc. Pero tenemos que hacer un esfuerzo y tratar de ocupar nuestra mente con pensamientos nutritivos. En efecto, debemos recordar el famoso dicho ‘debemos vivir como pensamos, porque si no, terminaremos pensando como vivimos’… ¡El riesgo es terminar viviendo una vida no reflexionada propia de animales! FE DE ERRATA: Por motivos que no conozco en mi artículo EL FANATISMO PUEDE CREAR MONSTRUOS PERVERSOS (22/04/18) dos veces se publicó Homo hominirattus cuando debía publicarse Homo homini rattus.

ernestorodri49@gmail.com

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