La institución detalló en un comunicado que los agentes desarticularon una red de trata de personas que operaba en al menos dos bares de la localidad de Nizao, 50 kilómetros al oeste de Santo Domingo.
Los dos bares donde se encontraban las venezolanas fueron clausurados y los agentes detuvieron a cinco personas, incluidas dos mujeres, quienes serán presentadas ante un tribunal para que formalice su arresto.
La Procuraduría explicó que, de forma presunta, las venezolanas fueron traídas a República Dominicana con fines de explotarlas sexualmente.
En mayo de 2016, la Procuraduría cerró un bar de la ciudad de Santiago, 150 kilómetros al norte de la capital, donde unas 40 venezolanas y colombianas eran explotadas sexualmente.
Debido a una laguna legal, las leyes dominicanas no prohíben que una persona mayor de edad se prostituya, pero sí tipifican como crimen la explotación sexual.
Las ocho mujeres venezolanas se encontraban el lunes bajo custodia de la unidad de derechos humanos de la Procuraduría.