París, 5 nov (EFE).- Los obispos franceses reconocieron este viernes la responsabilidad institucional de la Iglesia católica en los miles de casos de abusos sexuales registrados en su seno, y admitieron la «dimensión sistémica» de esos delitos.
Esos actos fueron posibles por un «contexto general, modos de funcionamiento, mentalidades y prácticas dentro de la Iglesia», indicó el presidente de la Conferencia Episcopal, Eric de Moulins-Beaufort.
«Esta responsabilidad implica un deber de justicia y reparación», subrayó en el marco de la asamblea de la Conferencia Episcopal, que se celebra desde el martes en Lourdes, y centrada en las agresiones denunciadas por una comisión independiente, que cifró en más de 216.000 los casos desde 1950.
Si se tienen en cuenta los abusos perpetrados por laicos que trabajaban en ámbitos religiosos, ese número se eleva hasta los 330.000, según las conclusiones de la Comisión Independiente sobre Abusos en la Iglesia Católica (Ciase), en un informe encargado por la propia Conferencia Episcopal y que superó las peores previsiones.
Al comenzar el encuentro en Lourdes, los obispos ya habían avanzado su «gran vergüenza» ante lo sucedido, y prometido que se emprenderían medidas que irían más lejos que la condena expresada hasta entonces.
En su anterior asamblea plenaria, en marzo, la Iglesia católica dijo asumir ante la sociedad civil «su responsabilidad» y pidió perdón, pero con su declaración de este viernes, tal y como insistió Moulins-Beaufort, lo hace de forma «más fuerte y categórica».
El portavoz de la Conferencia Episcopal, Hugues de Woillemont, había señalado el martes que el ambiente en la institución era «serio» y que eran conscientes de las expectativas puestas en ellos.
«Los obispos en su conjunto reconocen esa responsabilidad institucional y esa dimensión sistémica», añadió hoy en una asamblea en que se ha invitado a algunas víctimas para colaborar en el trabajo que debe emprenderse para evitar nuevos casos y analizar cómo indemnizar los pasados.
De acuerdo con un sondeo difundido por el diario católico La Croix el pasado 28 de octubre el 85 % de los católicos encuestados estaban enfadados tras la publicación del informe y el 76 % consideraba que la reacción de la jerarquía eclesiástica no había estado a la altura.
El reconocimiento de la responsabilidad «civil y social» de la Iglesia católica en lo sucedido era una de las recomendaciones de la Ciase, que también abogaba por revisar el secreto de confesión para que no pueda ser aplicado en caso de la comisión de delitos.
Las 485 páginas de ese informe reflejaban un panorama «aterrador», según el presidente de la comisión, Jean-Marc Sauvé, según el cual esas prácticas no eran cosa del pasado. «Las violencias sexuales en la iglesia no han sido erradicadas», advirtió en su presentación a principios de mes.
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