En la celebración de los 458 años de la fundación de la ciudad de San Cristóbal, capital del estado Táchira, el Obispo Mario del Moronta Rodríguez celebró la Eucaristía de acción de gracia, el domingo 31 de marzo en la iglesia Catedral, con la participación de los fieles y las autoridades municipales.
“Si contemplamos la historia de nuestra ciudad, con sus altos y bajos e incluso con sus negatividades, podremos descubrir de manera permanente los hechos prodigiosos que Dios mismo ha realizado a través de quienes en estos más de cuatro siglos han hecho vida e historia en la ciudad de San Cristóbal”, expresó el Obispo en su homilía.
Destacando además que “sin mayores dificultades podremos ir sintiendo cómo el mismo Dios, presente en nuestra historia por medio de su Hijo Jesucristo, ha fortalecido a los habitantes de esta villa hermosa para cumplir con la tarea de edificar aquí el Reino de Dios. Desde hace siglos se ha ido edificando, junto al Reino de Dios, la ciudadanía”, dijo.
Monseñor Mario Moronta exhortó a los ciudadanos a “ser sujeto y protagonista de su auténtico crecimiento personal y social”, como lo enseña la Iglesia en su Doctrina Social. Y alabó la iniciativa de las comunidades junto con las autoridades municipales de la limpieza de la ciudad.
“Porque hemos sido capaces de demostrar que sí podemos ejercer el derecho a ser sujeto social en nuestra ciudad, también queremos demostrar que asumimos la misma actitud del Padre misericordioso y tendemos nuestros brazos amigos y fraternos a todos los que se quieren decidir a regresar al camino de lo siempre nuevo”.
La ceremonia fue acompañada musicalmente por el Coro Infantil de la Parroquia Sagrario Catedral y la Banda Municipal de San Cristóbal.
Al final de la Misa el Obispo junto al Alcalde San Cristóbal, Gustavo Delgado, colocaron una ofrenda floral ante el Santísimo Sacramento en la Capilla del Cristo del Limoncito, protector de la ciudad.
En acto protocolar la Municipalidad otorgó a monseñor Mario Moronta, la “Condecoración Dr. Aureliano Ferrero Tamayo” en su Primera Clase, en reconocimiento a sus valiosos servicios prestados a la ciudad de San Cristóbal.
(Prensa DiócesisSC)