Eduardo Viloria / DLA
Diversos sectores del municipio Rafael Rangel, en el estado Trujillo, han manifestado su descontento ante la prolongada ausencia de agua potable en las tuberías del acueducto local, situación que ha afectado a numerosas residencias desde hace más de 20 días.
Según denuncias de los habitantes, el suministro del vital líquido, administrado por el acueducto municipal bajo la gestión de la alcaldesa Sonia Silva, ha sido intermitente o completamente nulo en sectores claves de la localidad. El educador jubilado Adriano Valero alertó que muchas familias, ubicadas en avenidas principales, han debido recurrir a métodos alternativos como la recolección de agua de lluvia para abastecerse.
“La poca agua que hemos tenido en los hogares se debe a los aguaceros recientes. Muchos vecinos han tenido que instalar canalejas en los techos para recoger el agua de lluvia, porque la del acueducto simplemente no llega”, afirmó Valero.
Los afectados también reclaman la falta de un plan de contingencia por parte de las autoridades municipales, como el envío de camiones cisternas, que ayude a paliar la crisis en los sectores más comprometidos.
También hay fallas en el alumbrado público
A la escasez de agua se suma el deterioro del alumbrado público. De acuerdo con Valero, numerosas lámparas de los postes de iluminación están quemadas o sulfatadas, especialmente en la avenida 5 y en calles cercanas a la plaza Bolívar y a la sede de la Alcaldía. Esta situación ha dejado a varios sectores en penumbra durante las noches, incrementando la sensación de inseguridad.
“Esta problemática necesita una revisión urgente. Los concejales y los integrantes de la comisión de Servicios del Concejo Municipal parecen ignorar lo que sucede justo frente a sus oficinas”, agregó el ciudadano.
Los habitantes hacen un llamado a las autoridades municipales para que atiendan con prontitud estos servicios esenciales, que afectan directamente la calidad de vida en Betijoque.
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