Juan Pablo Olalquiaga, presidente de la Confederación Venezolana de Industriales, Conindustria, considera que el establecimiento, por parte del gobierno de Nicolás Maduro, de un “horario especial” para actividades laborales y educativas para enfrentar la problemática energética surgida en el país tras los apagones, demuestra el estado de deterioro de las instalaciones eléctricas del país. “Es la manifestación más clara de la destrucción del sistema eléctrico, la destrucción de la infraestructura”. Advirtió que “esta medida incrementará el costo de los productos porque se produce menos, se vende menos y se tienen los mismos costos fijos” (…) uno comprende que no haya electricidad suficiente, pero lo que produce mucha rabia es el por qué se llegó a ese punto”, indicó.
Destacó que la precariedad también se observa en el sistema de aguas a nivel nacional y en las telecomunicaciones. “Esto es tan solo infraestructura”.
Lamentó que igualmente la moneda nacional, el bolívar, ha sido destruido y “como medio de ahorro despareció hace mucho tiempo”. Olalquiaga agregó que en una nueva sociedad debe fundamentarse en el estado de derecho para proteger a los ciudadanos. “Que la ley esté por encima de todos y que todos seamos iguales ante la ley”.