El Cairo, 26 mar (EFE).- Una nueva tragedia ferroviaria en Egipto dejó este viernes al menos 32 muertos y más de 160 heridos en uno de los peores accidentes de tren de la última década en este país, donde son frecuentes los sucesos de este tipo debido al mal estado de la red y a la falta de sistemas de seguridad.
El accidente tuvo lugar entre las estaciones de Al Maragha y Tahta, en la provincia de Sohag, en el sur de Egipto, a las 11.42 hora local (09.42 GMT) cuando el tren 2011 Asuán – El Cairo «rebasó el semáforo 709 y chocó contra la parte trasera del último vagón del tren 157 Luxor – Alejandría», según la Autoridad de Ferrocarriles egipcia.
El tren 157 estaba parado en la vía después de que «desconocidos» activaran los frenos de emergencia, no se sabe si de forma voluntaria o accidental.
Según el último cómputo del Ministerio de Salud egipcio, al menos 32 personas fallecieron, entre ellas el conductor de un tren y uno de sus asistentes, y 165 resultaron heridas: todos fueron trasladados a varios hospitales de la zona, aunque se desconoce su gravedad.
¿ERROR O SABOTAJE?
La Autoridad de Ferrocarriles culpó a «hombres desconocidos» que activaron los frenos de emergencia de uno de los trenes, contra el que chocó otro que circulaba por las vías, provocando que los dos últimos vagones volcaran por completo y dejando unas imágenes devastadoras.
En escenas retransmitidas por la televisión egipcia, se puede ver a personas todavía atrapadas en los vagones, mientras que una muchedumbre acude al rescate intentando sacar a los supervivientes del tren.
Según el Ministerio de Salud, decenas de ambulancias acudieron a la escena del accidente y desde la capital fueron enviados suministros y personal médico.
La ministra Hala Zayed, que se desplazó a la provincia para «hacer seguimiento del estado de salud de los heridos», anunció en Sohag una compensación de 100.000 libras egipcias (más de 6.300 dólares) para cada víctima mortal y entre 20.000 y 40.000 libras (entre unos 1.200 y 2.500 dólares) para los heridos, dependiendo de sus condiciones.
Por su parte, el ministro de Asuntos Religiosos, Mohamed Gomaa, anunció el pago de una «ayuda urgente de 10.000 libras egipcias (636,85 dólares) para la familia de cada fallecido y 5.000 libras (318,45 dólares) para cada herido en el accidente de tren de Sohag», apuntó en un comunicado.
El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ordenó a las autoridades competentes que «tomen todas las medidas necesarias y den la compensación adecuada a las familias de los muertos y heridos».
Además, el mandatario prometió castigar «sin excepción» a los responsables del accidente de trenes, que recibirán «un castigo disuasorio», ya sea por «negligencia o por corrupción, sin excepción ni demora», afirmó en su cuenta de Twitter.
El fiscal general egipcio, Hamada el Sawi, llegó horas después del accidente a Sohag, a unos 400 kilómetros al sur de El Cairo, para iniciar la investigación en torno a lo sucedido.
UNA TRAGEDIA MÁS EN LAS VÍAS
«Cada ciertos años somos testigos de un accidente doloroso de ferrocarril: ¿Hasta cuándo ocurrirán estos accidentes?», se preguntaba el primer ministro egipcio, Mustafa Madbuli, en una rueda de prensa retransmitida desde Sohag.
«Este sector ha estado décadas en abandono, falta de mantenimiento y desarrollo hasta que alcanzó un grado de peligrosidad elevada», lamentó, afirmando que se está trabajando en la mejora de los ferrocarriles desde hace cuatro años pero «aún falta tiempo para completar todos los trabajos requeridos para su desarrollo».
También los errores humanos han estado detrás de las tragedias: la última tuvo lugar en febrero de 2019, cuando murieron 22 personas y al menos 40 resultaron heridas en la estación central de la capital, después de que un conductor abandonara su locomotora, que acabó chocando contra una barrera de hormigón situada al final de la vía del tren atropellando a los viajeros.
El entonces ministro de Transporte, Hisham Arafat, presentó su dimisión y fue sustituido por un militar, el general Kamel al Wazir, que contó con el apoyo de Al Sisi y continúa en el cargo a día de hoy.
El accidente de este viernes en el sur de Egipto se suma al listado de los peores de la última década, siendo el de 2017 uno de los más trágicos cuando un choque de trenes a las afueras de Alejandría (norte) causó 41 muertos y 123 heridos.