Douglas Abreu / CNP 21627
@douglasabreub
Actualmente en Venezuela se vive una nueva realidad política-electoral una vez convocadas las elecciones primarias por la Plataforma de la Unidad Democrática (PUD), previstas – venciendo todos los obstáculos en contra por parte del Oficialismo y falsos opositores – para el próximo 22 de octubre.
Esa inocultable realidad política-electoral son el reflejo tanto de los resultados de encuestas confiables como de lo que sucede en la calle en el marco de la celebración de estos comicios internos donde participan 13 aspirantes para elegir el candidato de la Alternativa Democrática para las elecciones presidenciales 2024.
Verdad Venezuela Julio 2023
Entre esos resultados tenemos los obtenidos por la Encuesta Cati Meganalisis “Verdad Venezuela Julio 2023” que ameritan ser analizados y razonados en su justo contexto, dimensión y pragmatismo para evitar sean objeto sesgado de descalificación y descrédito por parte de actores políticos que aún se encuentran desconectados – o se hacen – de esa nueva realidad política-electoral.
Esa nueva realidad política surgida del fragor de las primarias conlleva a “un cambio de gobierno”, ya que las bases que la sustentan, como son, el nuevo liderazgo representado en cada uno de los candidatos que en la actualidad recorren a estados y municipios:
El capital electoral necesario y suficiente como garantía de triunfo – gracias al descontento popular que decidió expresarse electoralmente – se consolidaran el próximo 22-OCT con la elección del candidato(a) presidencial de la Alternativa Democrática.
El Oficialismo tiene un capital electoral que oscila entre 3.5 y 4 millones de votos, con la diferencia que gran parte de esos electores No votarían por Nicolás Maduro, ya que el rechazo popular en su contra ha tocado las bases del PSUV-GPP.
Esa es la misma cantidad de votos-electores, según los pronósticos del analista John Magdaleno, que está previsto participen en las primarias, cuya votación que de ser superada – como es nuestra apreciación – la derrota de Nicolás Maduro estaría cantada.
Esa es una de las razones de peso, por la cual al Oficialismo no le conviene que se realicen las primarias. Por eso vemos – con el apoyo de aliados y opositores «rodilla en tierra» – en pleno desarrollo todo un plan para impedir que se lleven a cabo. Se dice, incluso que las primarias fue tema de conversación en la Habana, Cuba.
Con ese capital electoral el Oficialismo, no tiene la más mínima posibilidad de ganar las presidenciales 2024, aunque las adelanten – como estratégicamente buscarían emular lo hecho por el PSOE en España evitando una aplastante derrota tal como lo pronosticaban las encuestas – o convoquen unas megaelecciones (presidenciales, gobernadores y alcaldes).
Los estudios de opinión – pese a la incesante y debilitada campaña de la inhabilitación, que radical y extremista – muestran un creciente apoyo a María Corina Machado (MCM), tanto para las primarias como presidenciales, difícil de superar por candidato, actor político alguno opositor y/o del Oficialismo, cuyo liderazgo político se consolidará y legitimará el 22-OCT, de resultar electa, según las encuestas, como candidata presidencial de la Alternativa Democrática.
MCM es otra de las preocupantes razones que tiene el Oficialismo para arreciar sus acciones en contra tanto de su trabajo proselitista como del proceso interno de primaria convocado por la Plataforma de la Unidad Democrática (PUD), para evitar que se consolide su liderazgo político y candidatura presidencial.
Los resultados también revelan en cuanto a las primarias el poco apoyo al resto de los candidatos; particularmente, los representantes de AD, PJ y VP, a pesar de la extraordinaria campaña que vienen desarrollando, lo que extraña a sus seguidores.
Lamentablemente, se debe a que ellos están cargando encima con el rechazo y desconfianza existente contra la diligencia política vieja y nueva de la Alternativa Democrática, particularmente del G4, similar al rechazo del Oficialismo y sus aliados de la Alianza Democrática, Coalición VAMOS, entre otros actores políticos.
En conclusión:
Es cuesta arriba por no decir imposible que el Oficialismo gane las elecciones – adelantadas o no – con 4 millones de votos, primero, porque esa cantidad será superada con creces en las primarias, constituyendo un sólido e insuperable capital electoral para la Alternativa Democrática y su candidat@ que será mayor en las presidenciales ¿o megaelecciones?.
Segundo, el Oficialismo, acostumbrado a ganar electoralmente con un techo del 20% de apoyo, en esta oportunidad no contará con algunos elementos que le favorecían para tal fin, como:
- a) La abstención, generada por el descontento ciudadano, cuya mayoría no se expresaba en voto, para este proceso ha decidido votar, lo cual quedara ratificado el próximo 22-OCT.
- b) La inexistente división de la Oposición, con las hasta ahora candidaturas «rodilla en tierra» llamadas así por la sociedad democrática de José Brito, Bernabé Gutiérrez (o Luis Eduardo Martínez) y Antonio Ecarri, no dará a Maduro los dividendos esperados, porque no tienen con qué.
En consecuencia, está determinado que para ganar las elecciones se necesita de un sólido, impenetrable y suficiente capital electoral, que lo ostenta el descontento ciudadano – difícil de dividir – que decidió expresarse tanto en las primarias como presidenciales, .dando lugar a un nuevo gobierno netamente democrático para la recuperación ética, moral, económica, social, política e institucional de Venezuela.
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