Nuestro José Gregorio Hernández | Por Francisco A. Vásquez

Sentido de Historia

 

 

 

Buenas y gracias coterráneos, espero y deseo que puedan leer este escrito y lo compartan con allegados, amigos y familiares para ampliar sus conocimientos sobre José Gregorio Hernández y tener una idea de lo que es él para el pueblo donde lo aman, estiman, respetan y esperábamos el milagro de nuestro Dios Todopoderoso para ser santificado.

Somos venezolanos y es un orgullo serlo y por eso amamos y queremos la autenticidad sin arrogancia, ni prepotencia, pero con una devoción hacia lo celestial y divino al tener un santo en nuestro estado, en nuestra Venezuela, una esperanza y deseo hecho realidad.

Indagar sobre José Gregorio Hernández nos lleva a reconocer a un laico especial, modelo de vivencia religiosa y un ardiente vigor de fe católica, y con una integridad profesional que, abraza a pobres y ricos, y un intenso amor y respeto hacia Dios.

Su amor, moral y ética hacia sus pacientes le ha permitido ser el Santo de Venezuela, nacido en tierras trujillanas, Isnotú, a unas leguas de Betijoque, también tierra de Santos y Sabios, y en donde en aquellos tiempos era difícil la sobrevivencia, pudo levantarse y crecer nuestro Santo de Venezuela, honor a quien honor merece.

Este santo hombre vivió y murió con alegría y bajo un gozo espiritual, porque como vivió así murió, para su prójimo y ahora vive bajo el regazo de Dios, donde no hay dolor y la tristeza no tiene calidad, pues con la paz de Dios es vivir la eternidad.

Hoy para el mundo entero es el modelo a seguir, saber vivir y poder ser creyente en Dios Todopoderoso.

Todas estas reseñas no se deben olvidar, como que nació un 26 de octubre de 1864 y un lunes 03 de enero de 1865, recibe el sacramento del bautizo, en 1867, 6 de diciembre recibe el sacramento de la confirmación y en 1971 hizo la primera comunión; en 1888, el 29 de Junio, recibe el título de Doctor de Medicina por el Rector de la U.C.V., en 1890 es designado Catedrático y Director del Laboratorio Pasteur e inicia así la carrera como Científico y Maestro, a pesar de esto no olvida su meta y en 1913, se inscribe en el Colegio Pío Latino América de París buscando su anhelo de sacerdocio, pero los destinos se cruzan y en 1909, el 22 de Marzo deja el Monasterio de la Cartuja, no olvida su meta (sacerdocio) y continúa la vida; pero en 1919 muere un 29 de Junio y en 1986 es declarado Siervo de Dios.

Este hombre trujillano y santo, ha traspasado las fronteras de Venezuela y ahora es parte de la cultura católica, la cultura popular trujillana y es admirado en todo el mundo, por ser el Médico de los pobres y necesitados de Dios.

El seguir escribiendo sobre éste gran personaje nunca terminaría.

José Gregorio Hernández, ha dejado una estela de bondad, sacrificio, amor y santidad, digno para realizarle un santuario, un museo y una vía de doble carril, donde tenga sus caminerías lado a lado, para que los feligreses y devotos transiten libremente y cumplan sus promesas.

Por mi raza, hablará mi Espíritu.

 

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