Notre Dame, una historia de restauraciones del siglo XII al incendio de 2019

Vista de la muestra de la catedral de Notre Dame durante su preinauguración para los medios de comunicación. EFE/ Lydia Hernández Téllez

París, 14 feb (EFE).- Antes de la reapertura de Notre-Dame en 2024, una nueva exposición recorre en París los más de ocho siglos de historia de la catedral de París, desde sus inicios a la reparación de los daños del incendio de 2019, que es la última pero no la única reconstrucción en los anales del famoso templo.

Icono del patrimonio francés y uno de los edificios más visitados de la capital, la importancia de la catedral fue evidente «en el momento del incendio, cuando se vieron las reacciones de emoción, de movilización y atención en Francia y en el mundo entero», explica a EFE Isabelle Marquette, conservadora y comisaria de esta muestra, titulada «De los constructores a los restauradores».

El fuego de aquel 15 de abril, además de suponer «un gran shock emocional», según Marquette, destruyó componentes emblemáticos del edificio, como la aguja central o las obras de carpintería.

Durante entonces, esos elementos se han ido reconstruyendo para presentar en 2024 una Notre Dame reconstruida de forma casi idéntica a la última versión que conoció el público.

Pero antes de esa gran reapertura, a partir de este 15 de febrero, la Ciudad de la Arquitectura y el Patrimonio de París propone, además de un repaso a la historia de este templo junto al Sena, una oportunidad para admirar esculturas, frescos y vitrinas que en algún momento formaron parte de Notre Dame.

 

LA CATEDRAL DE VICTOR HUGO

Edificada en el siglo XII, la aparición de Notre Dame es en sí misma una reconstrucción de una iglesia anterior, la basílica de Saint-Etienne, un trabajo iniciado por el obispo Maurice de Sully que buscaba dotar al edificio de «un estilo nuevo y poético», cuenta Marquette.

La primera versión de esta Notre Dame se termina a mediados del siglo XIII, con el emplazamiento de «la flecha» (la aguja), pero no sin haber sufrido diversas modificaciones en el proceso, como el cambio de tamaño de las ventanas para darle más luminosidad.

Siglos después, la destrucción ocasionada por la Revolución Francesa (1789) dejó a la catedral en un estado ruinoso y el edificio fue perdiendo estatuas, que desaparecieron; piezas de metal, que fueron fundidas; y hasta la característica aguja tuvo que ser desmantelada a riesgo de que colapsara.

En este estado la conocerá Victor Hugo, que en 1831 publica su novela «Notre Dame de Paris», un «símbolo de la toma de conciencia patrimonial», señala Marquette, con la que Francia comienza a interesarse en la protección de sus bienes culturales.

El peligro que corría la catedral conmovió a un gran número de intelectuales, entre ellos el pintor Jean Auguste Dominique Ingres o el propio Victor Hugo, que se unen a una petición para salvar el monumento, un grito de auxilio que llevó al Estado francés a lanzar un concurso público para su restauración.

Fue un trabajo de 20 años que se encargó a los arquitectos Jean-Baptiste Lassus y Eugène Viollet-le-Duc, empeñados en «recrear un monumento ideal de la Edad Media» que incluirá la reinstauración de la aguja central, con un diseño más esbelto y ornamentado que el conocido anteriormente.

 

CÓMO RESTAURAR NOTRE DAME

El sino de las reconstrucciones volvió a Notre Dame tras el incendio de abril de 2019, y abrió un debate sobre cómo reparar la catedral: ¿modernizándola o imitando lo que se había perdido?

El proyecto final, aprobado por unanimidad por la Comisión Nacional de Patrimonio y Arquitectura francesa, optó por restaurar el edificio a su aspecto medieval.

Utiliza, por tanto, los materiales originales de la catedral (piedra para las bóvedas, madera de roble para las obras de carpintería y plomo para las coberturas ornamentales) y los diseños originales de Viollet-le-Duc para la aguja central, siguiendo la imagen gótica de Notre Dame.

La exposición de la Ciudad de la Arquitectura y el Patrimonio de París evoca también este último capítulo de la historia de la catedral, con un repaso al monumental trabajo realizado en los últimos tres años por ebanistas, restauradores, herreros y otros artesanos, acompañados por un equipo científico de investigadores para ampliar el conocimiento que ya se tenía de la catedral.

«De los constructores a los restauradores» incluye, asimismo, esculturas, vitrinas y cuadros que ya han sido restaurados -y que volverán a Notre Dame en 2024-, junto a partes del órgano, que aun espera a ser remontado y armonizado a inicios del próximo año.

Igualmente, la muestra incluye piezas de la catedral que estaban almacenadas fuera del recinto, planos antiguos de los arquitectos y hasta ejemplos de los monos de protección que se usan en las obras actuales.

Lydia Hernández Téllez

 

 

 

 

 

 

 

 

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