Quito, 11 ene (EFE).- El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, presentó este jueves los diseños de las dos nuevas cárceles que se construirán en el país y que ha señalado serán como las de máxima seguridad de El Salvador y México.
Desde el palacio presidencial de Carondelet, sede del Ejecutivo, en el centro histórico de Quito, Noboa presentó los diseños aprobados para la construcción de las nuevas prisiones, que se edificarán en las provincias de Pastaza (Amazonía) y Santa Elena (costa).
La presentación se realizó en un acto sin acceso a prensa y difundido mediante un mensaje en vídeo donde Noboa estuvo flanqueado por la ministra de Gobierno y de Interior, Mónica Palencia, y el ministro de Defensa Nacional, Gian Carlo Loffredo.
El anuncio se dio en medio del «conflicto armado interno» declarado el martes por el mandatario para combatir a las bandas del crimen organizado, que han protagonizado una escalada de violencia en las calles y cárceles de Ecuador, con motines en al menos siete prisiones donde permanecen retenidos 178 funcionarios penitenciarios.
Los actos violentos, que incluyeron atentados donde murieron dos policías, explosiones, vehículos incendiados y hasta el asalto armado a un canal de televisión, se dan en momentos que el Gobierno de Noboa se aprestaba a iniciar su plan para recuperar el control de las cárceles del país, muchas de ellas dominadas por estos grupos a los que Ejecutivo ha clasificado como «terroristas».
Este plan supone aislar a los líderes de las bandas criminales mientras se construyen estas dos cárceles en Pastaza y Santa Elena, pero el pasado domingo se registró la fuga de José Adolfo Macías ‘Fito’, líder de la banda ‘Los Choneros’, antes de que fuese trasladado a una cárcel de máxima seguridad.
«Es el inicio de un urgente saneamiento del sistema penitenciario ecuatoriano que ha estado durante décadas controlado por las mafias», aseguró el mandatario.
Tecnología de punta
El jefe de Estado detalló que los nuevos complejos penitenciarios contarán con inhibición de señal celular y satelital, sistemas electrónicos con tecnología de punta, control de acceso digital y análogo, triple seguridad perimetral y autogeneración eléctrica.
Además, sistema de tratamiento de aguas, construcción blindada, guardias sin rostros, licencias y permisos ambientales.
Las cárceles tendrán capacidad de custodiar a 736 presos en tres módulos: uno de alta seguridad, que tendrá 160 celdas, cada una para cuatro reos.
Un segundo módulo será de máxima seguridad, con 32 celdas y dos presos por cada una, y finalmente, el tercer módulo será de súper máxima seguridad para 32 reos «con un alto nivel de peligrosidad, uno por celda».
Sin fecha detallada
En el comunicado de la Presidencia ecuatoriana no se detalló la fecha de inicio de las construcciones ni el costo.
«Este es un paso más para poder controlar al terrorismo y al crimen organizado, para lo que se necesita leyes más duras, jueces honestos y la posibilidad de extraditar a los más peligrosos», añadió Noboa.
El jefe de Estado agradeció a la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, a la comunidad internacional y a los ecuatorianos «por sus muestras de respaldo y valentía para enfrentar este conflicto interno contra el terrorismo».
«Hoy estamos ejecutando el ‘Plan Fénix’ en todo el país mediante las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional (…). No vamos a dejar que un grupo de terroristas detenga el país», subrayó.
Indígenas se oponen
El anuncio de la construcción de la prisión en la amazónica provincia de Pastaza se ha encontrado con la oposición de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Confenaie), que considera que están vulnerando sus derechos colectivos de consulta previa, libre e informada.
«Ante la grave crisis de inseguridad que atraviesa el país, nuestros territorios no pueden seguir siendo zonas de sacrificio donde se instalen proyectos que no corrigen el problema de raíz», señaló la Confenaie en un comunicado, donde recordó que el 89 % del territorio de Pastaza pertenece a comunidades indígenas.
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