Es en las dificultades donde los pueblos se crecen. No rendirse y mucho menos entregarse a quienes desde el poder imperial desarrollan toda una guerra despiadada contra las naciones en el mundo. En nuestra patria hoy vivimos esas duras dificultades, eso sí, en medio de la lucha firme y de resistencia de nuestra noble gente que junto al gobierno liderado por nuestro presidente Nicolás Maduro batallamos sin cesar y con profundo amor recordando siempre las dignas orientaciones del Comandante Hugo Chávez, que nos señalaba como lo hizo Simón Bolívar, que en medio de la tormenta no se puede ceder y dejar que aquellos que nos golpean y nos atacan sin piedad logren sus propósitos de saquear y destruir nuestra nación.
Hay una estrategia contra nuestra República, contra las familias venezolanas de ahogarla, estrangularla, asfixiarla y hacer que implosionen para justificar una intervención abierta, violenta, por lo que ellos llaman crisis humanitaria. He aquí donde debe prevalecer la conciencia individual y colectiva. Que perversos son, miserables, mediocres, falsos, además de terroristas y fascistas. Ellos agreden por todos lados sin contemplación alguna. Surgen los traidores a la patria, que vienen a secundar estos planes que vienen ejecutando y que se traducen en especulación, contrabando, bachaqueo, sanciones y bloqueo, además de crear a través de su guerra de propaganda toda una situación de neurotismo colectivo, desesperanza, frustración. Es querer hacer sentir en la gente que no hay otro camino que el de la destrucción necesaria del país y la inmediata instauración de un gobierno de ultra derecha, fascista y represiva.
Este vil enemigo del pueblo venezolano recurre a todo tipo de acción, es una guerra dimensionada para hacer estallar nuestra nación. Pero hoy ante esta realidad planteada debemos insurgir con mayor fuerza. Nuestra decisión inquebrantable de no entregar la patria a sus verdugos y enemigos. Superaremos esta dura etapa que nos ha tocado vivir y resistir, lo haremos orgullosos de ser hijos de esta gloriosa tierra. El enemigo se empeña por todos lados por desmoralizarnos, llenarnos de incertidumbre y desarmar la conciencia colectiva, por ello insisten en sus redes, medios y en su aparataje de propaganda desmembrar nuestra identidad como vía para aplastarnos.
Hoy todo el gobierno en sus distintos niveles, todo el pueblo en su extensión debemos en las acciones de defensa y ataque desarrollar la cultura de la patria, de su amor inmenso, que nadie pueda violar nuestra soberanía e independencia. En cualquier escenario, tarea planteada, en las medidas a tomar, debe llevar el elemento de la conciencia y de la identidad nacional. No nos van a despellejar, no nos van a arrinconar. Vamos con toda la unidad férrea del gobierno y del pueblo. No nos podemos entregar y mucho menos fallar.