Eduardo Viloria/DLA.- La escasez de combustible, lo caro de los repuestos para cualquier reparación de los vehículos, ha contribuido junto el trato que dan los conductores a los usuarios de estos vehículos, más que todo en las rutas interurbanas de la región, a los atropellos que todos los días se cometen contra las personas que por necesidad, abordan día a día las unidades de servicio colectivo, para trasladarse de un lugar a otro, caso específico de Betijoque a Valera, no habiendo autoridad ni nacional, ni regional, ni de los concejos y alcaldías que frene estos abusos que se suceden todos los días.
Son numerosas las quejas de usuarios, damas caballeros y estudiantes que son víctimas de los conductores de las unidades de servicio público, que nos rogaron no dar a conocer su nombre porque corren el riesgo de ser vetados, lo que quiere decir que no podrán embarcarse en los autobuses que cubren las rutas, entre estas Sabana de Mendoza a Valera y Betijoque a Valera, porque hablar de la ruta Betijoque a Sabana de Mendoza, esta hace tiempo fue abandonado por la línea Sucre, la cual tiene la exclusividad de esta cobertura, pero que no cumple.
En Betijoque nos contó un usuario; el pasaje está en un millón 500 mil bolívares, si paga por punto y si paga en efectivo “deberá aprovechar la oferta de un millón 300 mil bolívares”.
Existe una particularidad, como existen muchas personas que tienen familiares fuera y les envían dólares, moneda que ha venido sustituyendo al bolívar, lo que violenta la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, porque la Unidad Monetaria del país, es el bolívar, lo cual ha pasado a un segundo y tercer plano, pues el que manda en las negociaciones es la moneda americana, la verde, como le llaman al dólar, que es recibida en las unidades de trasporte, al precio que fije el conductor de la unidad, generalmente por debajo de establecido diariamente, como lo dijo un usuario de uno de los autobuses de la ruta, Betijoque a Valera.
No hay ley para esta especulación y estos inescrupulosos, no hay Alcaldía, no hay comisión de Servicio o de Trasporte Público que inicie una averiguación de los hechos, donde está en primer lugar el aumento desmesurado de las tarifas.
El hacinamiento
Una particularidad de los autobuses de servicio público, es que estos generalmente tienen una capacidad de 28 a 30 pasajeros sentados, esto se respeta sin embargo de pie viajan en la unidad otros 25 o 30 pasajeros, no conservándose la distancia ni las medidas de seguridad que se recomienda observar, ante el avance del Covid 19.
La falta de unidades
Otras de las fallas del servicio público es la falla de unidades, creada por la crisis general que se vive en el país, que castiga a los de abajo, a los de escasos recursos económicos, lo que se ven la necesidad de abordar un vehículo colectivo para trasladarse bien en gestiones de carácter personal, bien sea de carácter laboral, por concurrir al médico o a citas hospitalarias, dijo uno de los afectados por el drama que le ha tocado vivir, cuando tiene que ir a Valera.