No cesan las colas para proveerse de gasolina tanto en la capital del municipio Rafael Rangel como en las poblaciones del eje panamericano, que se han ido acentuando ante la escasez del imprescindible carburante que echa a andar los carros, imprescindibles para la transportación de un lugar a otro.
Vehículos que han desaparecido en el servicio público, pues antes la queja era de la escasez de cauchos, repuestos, baterías y otros insumos que se completa ahora con la escasez de gasolina.