Si el niño Jesús no logró visitar el pasado año, en Nochebuena, a Venezuela, los Reyes Magos parecen tener peor suerte. La acostumbrada tradición criolla que hacía que los más pequeños de los hogares venezolanos recibieran un presente el Día de Reyes para evocar el pasaje bíblico de Melchor, Gaspar y Baltazar ante los pies del Niño Dios, desde hace algunos años viene perdiendo vigencia.
Tras lo que muchos venezolanos se encargaron de calificar por las redes sociales como “la peor Navidad” que ha vivido el país, las tradiciones subsecuentes que derivan de la época decembrina ni siquiera pasa por la mente de los venezolanos, ante la crisis generalizada que mantiene a buena parte de la población en busca de alternativas para sobrevivir.
“Es triste pero los niños ya lo entienden, si no hubo Niño Jesús, menos va a ver regalo de los reyes”, expresó una valerana en pleno corazón comercial de la urbe mientras sostenía una bolsa con pedazos de yuca, con los que aseguró que al menos le garantizarían el almuerzo del día. “Reyes sólo en el pesebre y si acaso”, soltó otro ciudadano para ayudar a la primera declarante.
Jugueterías desaparecidas
Conseguir una juguetería en la ciudad de Valera es tarea difícil, donde antes figuraban establecimientos de venta de juguetes ahora se exhiben zapatos en su lugar o simplemente figuran las puertas clausuradas, a excepción de algunos pocos establecimientos que ofertan sus presentes a costos que superan el último ajuste del salario mínimo. “No pudimos traer más juguetes importados”, corroboró el dueño de un local.
Comerciantes declararon que a diferencia de años anteriores registraron pocas ventas, por no decir nulas, durante el mes de diciembre en relación a los juguetes, “toda esa mercancía la vamos a regresar al depósito, sólo una que otra venta se registró en diciembre, el Niño Jesús este año no vino a Venezuela”.
Precios inalcanzables
Los pocos juguetes que se exhiben en algunas tiendas están acompañados por etiquetas con precios elevados, los padres aseguran que comprar regalos es inalcanzable. Los juguetes más solicitados superan los Bs. 3 millones, mientras que la muñeca o carro más sencillo se ubica con un costo por encima de los 500 mil bolívares.
Tradición
La llegada de los Reyes Magos a Belén para adorar al niño Jesús y entregarle sus presentes es algo que se celebra en Venezuela con mucho cariño y de formas bastante variadas en las diferentes regiones del país, todas y cada una interesantes, entretenidas y engloban a la familia. Es costumbre y tradición venezolana que en el pesebre navideño, como parte de la religión católica, se coloque la representación de los tres Reyes Magos que acompañan a la Virgen María, San José y el Niño Jesús mientras entregan sus regalos de gran riqueza simbólica: oro, incienso y mirra.
Historia
La figura católica de los Reyes Magos se originó de los relatos del nacimiento de Jesús, plasmados en el Nuevo Testamento. El Evangelio de Mateo es la única fuente bíblica que habla de los magos. Se cuenta que los tres Reyes Magos, llamados Melchor, Gaspar y Baltazar, fueron guiados por una estrella que los condujo hasta Belén.
Sin embargo, en las Sagradas Escrituras no se habla de tres personas ni se menciona que eran reyes, solamente dice que fueron tres regalos obsequiados al Niño Dios por los magos. Con el tiempo se estableció oficialmente por el cristianismo que eran tres reyes.
La leyenda cuenta que los Reyes Magos venían de Oriente, de diferentes países, para adorar al Niño Jesús con sus ofrendas: oro para representar su naturaleza real, incienso para significar su naturaleza y divina y la mirra que los teólogos estiman que representa la humanidad de Jesús y, debido a que se utiliza como medicina, su papel como el gran médico.
Ciudadanos
María Araujo “nada, los reyes no llegan en mi casa, ni el Niño Jesús llegó, no compré nada, sólo el regalo que entregó el Clap, están muy caros los juguetes, apuraditos tenemos para comer, nadie puede gastar plata en juguetes”.
Santi Ángeles “eso ya no existe. Nada, será regalar chucherías. Juguetes y ropa es imposible, están muy caros, ya esa tradición no se puede mantener, lo que uno agarra se gasta sólo en comida, así de mal estamos en Venezuela”.
Andreina Castro “este año mis hijos no recibieron nada, ni Niño Jesús, ellos entienden, la situación está demasiado fuerte, no alcanza lo que uno gana ni para comprar la comida, menos vamos a estar gastando en presentes”.
María Nobriega “nada, no tengo para comprar regalos, de vaina para comer, esto no se aguanta, lo que recibieron fue lo que dio el Clap, nada más. La plata no alcanza, ¿aumentan para qué? Igual nos estamos muriendo de hambre”.