Miguel Ángel Albarrán/DLA.- Sentimientos encontrados, por un lado embarga la felicidad de saber que un talento deportivo nacido en el estado Trujillo se muestra a nivel internacional, pero también salta la tristeza de saber que este surgimiento de una nueva figura deportiva no se proyecta a favor del Tricolor Nacional de Venezuela, sino del rojo y azul de Costa Rica.
La niña Julihana Josibell Soto Sifuentes, hija del reconocido entrenador trujillano de voleibol Joser Soto Benítez, se colgó medalla de oro en la gimnasia rítmica de los Juegos Nacionales del referido país centroamericano.
La talentosa infante con tan solo 9 años, es una de las grandes prospectos de la Academia Harmony del Sur Costa Rica. Ya la Federación de Gimnasia costarricense la tiene en la mira, es uno de sus proyectos más ambiciosos, deportivamente hablando.
Joser Soto, ex entrenador de selección de voleibol del estado Trujillo, hoy por hoy aporta sus conocimientos a los ticos, convirtiéndose en hacedor de atletas en una nación conocida por su estabilidad económica, una realidad muy distinta al contexto venezolano. Su hija Julihana es precisamente una de sus mejores pupilas, si, es que no solo es gimnasta, sino también voleibolista.
La niña no solo heredó el talento deportivo de su padre, sino también de su mamá, la ex voleibolista Nury Sifuentes Morales, quien también fue profeta en su natal Trujillo, específicamente conocida en el municipio San Rafael de Carvajal con su equipo «Las Sifuente».
Además Sifuentes Morales destacó en el trabajo cultural, heredando a Julihana las dotes escénicas que se debe tener para la gimnasia rítmica.
Cuatro meses como gimnasta
La niña prodigio venezolana, mostró sus destrezas desde pequeñita, «prácticamente se crió en un gimnasio» recordó su orgulloso papá. «Ella viajaba conmigo para las competencias, recorrió varios estados a nivel nacional», contó Joser sobre la época en que hacía el trabajo masificador del voleibol trujillano.
«Julihana llega a Costa Rica en septiembre del 2018, con su mamá Nurys Sifuentes Morales y su hermana mayor Sarahí Ramirez Sifuentes», rememoró Soto el reencuentro con su familia en aquel país donde las estaba esperando.
«De inmediato la inscribimos en la Escuela Por Excelencia Juan Santamaría, provincia de San José, cantón de Curridabat», mencionó la institución en donde su hija y pupila siguió su educación.
«Cuando tenía seis añitos llegó. La inscribí también en la Academia de Gimnasia del Comité del Cantón de Deporte y Recreación Moravia», destacó. Continuó en ambas disciplinas pero «luego de un tiempo, después de la pandemia no hizo actividad física, sino solo en su casa cumplió con los entrenamientos de voleibol» con la supervisión de su progenitor.
«Tiene apenas cuatros meses entrenando gimnasia, al segundo mes fue a un Campeonato Nacional a participar. Pero en realidad no fue a participar, sino a ganar. Agarró medallas de plata y bronce en preinfantil», resaltó.
Prosiguió J. Soto: «se fue preparando para el tercer mes para otra competencia y se colgó oro y plata, ya con motivo de un Campeonato de la Federación de Gimnasia Rítmica». Al cuarto mes, consolidó su potencial e hizo que todos volteen la mirada hacia ella.
Es que con una actuación magistral convenció a los exigentes jueces del máximo evento de la gimnasia tica, quedando con una histórica presea dorada.
Twitter: @elmigue1
Instagram: @migueperiodista
,
,
,