Jerusalén, 26 ene (EFE).- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ordenó hoy al Ejército prepararse para «cualquier escenario en los diversos frentes», después de que nueve palestinos murieran hoy en enfrentamientos armados con tropas israelíes en Yenín, norte de Cisjordania ocupada.
«Después de evaluar la situación de seguridad, el primer ministro expresó su agradecimiento por el coraje y el ingenio de los combatientes que frustraron ataques que podrían haber costado muchas vidas», indicó la oficina del primer ministro en un comunicado.
Netanyahu mantuvo hoy una reunión de urgencia con su gabinete de seguridad para evaluar la situación, después de que las milicias palestinas de Gaza, entre ellas Hamás y la Yihad Islámica, amenazaran con represalias por lo ocurrido en el campo de refugiados de Yenín, bastión de la lucha armada en Cisjordania y base de su movimiento miliciano.
Aunque Netanyahu instó a las fuerzas de seguridad israelíes a estar listas ante cualquier escenario «para salvaguardar la seguridad de los israelíes», dejó claro que «Israel no busca una escalada», y el Ejército se puso inmediatamente hoy en alerta ante la posibilidad de lanzamiento de cohetes desde Gaza a territorio israelí.
Tropas del Ejército, agentes de inteligencia y policías israelíes irrumpieron por la mañana en el campo de Yenín, para realizar una operación de arrestos de un escuadrón de Yihad Islámica que derivó en violentos enfrentamientos.
La incursión se saldó con tres horas de combates e intercambio de fuego entre tropas israelíes y milicianos locales, lo que generó importantes destrozos en edificios y acabó suponiendo un goteo de nueve muertos entre los residentes del densificado campo, algunos milicianos pero también una anciana.
«La mayoría de heridas que registraron hoy los hospitales desde el campo de Yenín fueron en la cabeza y el pecho, lo que significa que los disparos tenían la intención de matar», denunció el Ministerio de Sanidad palestino.
El enviado de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, se mostró «profundamente alarmado y entristecido por el continuo ciclo de violencia en Cisjordania» y expresó su compromiso «para aplacar tensiones, restaurar la calma y evitar más conflictos».
El año pasado, 170 palestinos -parte de ellos milicianos, pero también civiles desarmados- murieron en Cisjordania en incidentes con Israel, el año más violento en la zona desde 2006, tras el fin de la Segunda Intifada.
En lo que va de 2023, con las de hoy, ya son 29 las víctimas mortales en Cisjordania, un promedio de más de una por día.