Pasan los días, la crisis social y económica aumenta transformándose en crisis de hambre, sin alternativa para nadie que sobreviva de un salario ni se diga los que no lo tienen. Como fenómeno socio político, el régimen luce fortalecido apoyándose en el cada vez más férreo control social vía distribución de dádivas. Pareciera que retornamos a la época de la esclavitud, sistema de vida de la edad antigua donde el esclavo era propiedad del esclavista quien lo dominaba con algo de alimento y sustento.
Ante este panorama la sociedad democrática en la total anomia, víctima de la desesperanza. No hay movilización política y la discapacidad del discurso político del cambio luce hueco y sin interlocutores. Las equivocadas decisiones del liderazgo partidista centralista nos hundieron en el pesimismo, la gente ve los sectores de oposición democrática sin opción de nada, sin fuerza y sin credibilidad.
Equivocación tras equivocación, sin unidad verdadera y sin objetivos precisos. Recordemos el ahora o nunca, o la constituyente no va, o el calle y calle, recientemente no votes no hay condiciones, ahora el diálogo y el vamos avanzando, cuando y para donde avanzamos ni idea. Quienes hemos sido portavoces de estas políticas ahora nos preguntamos hacia donde el centralismo de todos los partidos nos llevarán; mientras la angustia y la desesperanza crece. Hace falta que las ideas fluyan y se abran a la discusión franca y coherente. La organización puntual de equipos formados y comprometidos políticamente como dice mi amigo Conrado Pérez Briceño es una alternativa a esta falta de ruta precisa, igualmente escoger un candidato, líder o vocero ayudaría a la confianza perdida. Hacer política con la gente y con reglas nacidas de la visión local, si algo nos identifica como país es nuestro apego a la descentralización que es el sentirnos dueños de nuestras decisiones.
El gobierno jamás reconocerá la crisis humanitaria porque sería reconocer su total fracaso, y moralmente debería renunciar en pleno inmediatamente. Las conversaciones realizadas hasta ahora, gobierno – oposición sólo han servido para que el primero se fortalezca y los sectores democráticos continúen en su total desmovilización y frustración; cuando digo lo de la desmovilización me refiero a la sociedad democrática, no a los encumbrados dirigentes opositores del centralismo caraqueño. No es fácil….
Ernesto Aldana, de tantas cosas o personas que pudiéramos catalogar de siempre presentes, nuestro amigo y hermano Ernesto Aldana. Tres años de su ausencia física no merma el afecto y el recuerdo de un ser indoblegable en la nobleza y en la búsqueda de mejores destinos para su región. Su mayor logro haber cosechado amigos a montón, por supuesto un hombre cuya fundamental acción existencial era la solidaridad y la amistad no podía sino tener ese tesoro. Con Ernesto se cosechaban grandes conversas, no sólo de lo político, sobre todo de lo humano, “resiste Montilla” me decía en momentos duros en la vida, de esos que se aparecen cuando nadie los está llamando. Mi abrazo de navidad amigo allá en el lugar que Dios te tenga, seguro has hecho a estas alturas más de un plan en esa eternidad donde te encuentras…
Este 24 de diciembre no será lo mismo para muchos, nunca es igual; los tiempos de Dios son perfectos; a veces nos sonríe la existencia, a veces se niega a ello, estar vivos es un don preciado y un regalo del niño Jesús, esta navidad será imposible evitar las nostalgias de las ausencias, muchos partieron a buscar nuevas rutas para transitar, muchos sueños quedaron en el camino empedrado del olvido, otros han nacido de la solidaridad y los afectos; a mi niña María Laura mi bendición, donde yo esté la noche de navidad estarás conmigo en mi amor y en mi pensamiento, a mi Dios gracias por la bendición para mis hijos y nietos, a mi madre y hermanos; a los que se fueron suerte a los que nos quedamos fuerza y fe, Feliz Navidad.
@LeoMontilla