Lo que era una blanca navidad en el Santiago Bernabéu terminó por convertirse en un infierno culé. El Barcelona aprovechó unos intensos primeros 20’ minutos de la segunda parte para llevarse el Clásico con un contundente 0-3.
Poco habitual jugar un clásico el 23 de diciembre y mucho menos que el horario fuese a la 1:00 pm de España. En Asia lo celebraron y en Latinoamérica madrugaron.
El estudio fue intenso y el encuentro transcurrió con pasividad durante los primeros compases. Nada cambiaba el cursor hasta que apareció la imaginación del argentino Lionel Messi.
Para destrabar un partido con pocas ocasiones claras tenía que aparecer un genio del balón. Paulinho frotó la lámpara y salió Messi con un pase magistral que dejó mano a mano al brasileño con Keylor Navas y el costarricense sacó la mano para enviar el balón al corner al 29’.
Un minuto más tarde el otro genio, el del Real Madrid, habido de protagonismo fue en busca del gol y por muy poco no lo consiguió. Sacó un potente remate por izquierda que pegó en el portero. La llave Messi – Paulinho se volvería a juntar y Navas sacaría ventaja nuevamente al 38’, esta vez el remate del mediocampista sudamericano fue de cabeza.
La última clara de la primera parte fue obra de Karim Benzema. El francés cabeceó un centro medido de Marcelo pero su remate se fue al poste para el infortunio blanco. El equipo local fue más constante e insistente en ataque, mientras que la visita supo esperar para atacar con peligro.
Segunda mitad
El convencimiento culé fue claro, y en 20’ minutos supo encarrilar el partido. Una corrida en solitario de Sergi Roberto aclaró el panorama. El canterano blaugrana recibió un pase milimétrico y se encargó de ponerle otro más exquisito a un Suárez que no perdonó en su cita con Navas.
Si se había visto todo en un Clásico, Carvajal se encargó de ofrecer otro capítulo a la película. En una jugada que incluyó dos remates y tapadas de Navas, en el último intento culé el lateral del Madrid metió las manos al balón para impedir el gol y se marchó expulsado.
Messi tomó el balón y convirtió el penal con un remate fuerte al palo derecho. Con un hombre menos y con dos goles encajados Zidane le dio ingreso a Nacho y unos minutos más tarde metió a Gareth Bale y Marco Asensio.
El galés entró enchufado y al 77’ casi descuenta en el marcador a no ser por el buen posicionamiento del guardameta Ter Stegen. Luego sacó un zurdazo que el arquero alemán amortiguó para disipar el peligro.
Otro regalo de Messi
Messi tenía otro regalo navideño antes de terminar el encuentro y Aleix Vidal mandó a guardar el 0-3 para bajar la persiana.
Al final de la tarde el Barcelona se marchó con el sabor de ganar el Clásico, sacar 14 puntos de ventaja sobre el Real Madrid y escaparse del Atlético que perdió en la jornada del viernes.