Que nadie se cruce de brazos

Se proponen quebrarnos, hundirnos, sembrar en nuestra mente la desesperanza, el desánimo, la frustración, la desesperación y la derrota. Quieren desmembrarnos como  país, como nación. Su objetivo es desintegrar el estado para abiertamente tomar el gobierno y el control del territorio, de los inmensos recursos para su saqueo y dominio. Ese es el plan del imperio y de sus ejecutores lacayos que en nuestra república vienen desarrollando con la aplicación de una guerra política, económica, terrorista, psicológica, el estrangulamiento y el ahogo miserable a nuestro pueblo.

Nuestra respuesta no puede ser individual y mucho menos, a pesar de la dura situación blandengue, cargada de lloriqueo y  de quejadumbre, nuestra respuesta tiene que ser colectiva, firme, como lo ha sabido hacer el heroico pueblo venezolano en todos los tiempos de su historia honorable, de lucha y resistencia. Ante esta criminal agresión contra la gran familia venezolana, no nos podemos cruzar de brazos, nuestra acción debe ser contundente, hoy seguimos insistiendo en que la postura correcta es la movilización creativa y organizada en todos los espacios guiados por un programa que interprete la realidad política, social, económica, cultural de la patria que ha decidido a todo costa ser soberana e independiente.

No solo se debe solicitar el voto para obtener un triunfo electoral en las municipales o en cualquier evento electoral, debe haber propuesta estratégica, enseñanza, buen ejemplo y convocatoria a transformar, a transitar una nueva forma de relacionarse. Ser distintos, amorosos, fraternales, creativos, actuar en cuerpo y alma con la idea liberadora, desprendidos de la codicia, de la corrupción de cualquier tipo y dispuestos a defender nuestra patria con el mayor desprendimiento y entrega. Hay una confrontación histórica, no hay duda, esto hay que entenderlo en toda su dimensión. Comprender esta gran contradicción antagónica nos conduce a tener una posición definida y no vacilante, a no caer en la trampa de la manipulación diaria de quienes han traicionado de forma abierta la patria. Que ningún venezolano o venezolana de los pueblos y pueblitos se confundan y se dejen entrampar con la acción chantajista, fascista y criminal de los sectores oligargicos y antipatrióticos que recurren a todos los medios para dañar y destruir nuestra identidad nacional, nuestra economía y destrozar el bienestar de la familia venezolana.

Debemos reconocer la entrega, la dedicación  y el esfuerzo diario del presidente Nicolás Maduro, de su gran fortaleza y dignidad para resistir tanta agresión despiadada en su contra y en contra de nuestra nación bolivariana y mantenerse junto al pueblo heroico para conducirnos en unidad profunda en la gran batalla estratégica por la independencia y la soberanía nacional que debemos fortalecer y jamás abandonarla. Se trata entonces, en medio de la actual coyuntura de grandes dificultades, entender que es necesario fortalecernos de una gran conciencia individual y colectiva que nos blinde ante cualquier amenaza interna y externa. No podemos fallar, ni mucho menos ceder al chantaje de quienes por su accionar son los enemigos jurados del pueblo venezolano.

Desde esta trinchera de la palabra y de la idea quero desearle a todos ustedes junto a la gran familia venezolana echa Patria una Feliz Navidad en unión, amor, fortaleza, alegría y encuentro fraternal permanente.

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