Frances Tiafoe, el joven tenista que Rafael Nadal utilizó como ‘sparring’ en la edición de Roland Garros 2014, volvió a recibir una lección cinco años después. No era una de las pistas de entrenamientos del Bois de Boulogne sino la Rod Laver Arena de Australia en un partido donde había en juego el billete para las semifinales del primer ‘Grand Slam’.
Nadal, que se ha plantado ya 30 veces entre los cuatro mejores, algo que lograron antes Roger Federer (43), Novak Djokovic (34) y Jimmy Connors (31), decantó a su favor el duelo generacional gracias a su nueva arma: el servicio. El balear tan sólo cedió tres puntos al saque en la manga inicial y empezó el segundo asalto sumando los primeros ocho puntos. Nadal sigue sin ceder un set en el torneo, y lleva cuatro partidos sin perder el saque.
El campeón de 17 grandes dominaba a sus anchas desde el fondo de la pista ante un estadounidense que todo lo que arriesgaba lo fallaba. La estadística refleja que al español se le da bien medirse a la escuela estadounidense. Y es que ha superado los últimos 20 enfrentamientos contra ellos. Tiafoe ha sido el último de ellos, con un tanteo de 6-3, 6-4 y 6-2.
Rafael camina con paso firme hacia una final en la que podría volver a vérselas con Novak Djokovic. Antes toca lidiar con Tsitsipas, quizás el miembro más destacado de la ‘Next Gen’ con el que se ha cruzado dos veces, todas en finales: Barcelona y Toronto. Siempre ganó Nadal.