MUTACIONES, ÓMICRON Y COVID | Por: Ernesto Rodríguez

 

Cualquiera que conozca los más elementales principios de la teoría evolutiva, sabe que para fines didácticos, podemos decir que abarca dos etapas: 1) Producción de nuevas variantes genéticas que a fin de cuentas, se originan en mutaciones génicas que ocurren al azar, y 2) Un proceso de Selección Natural Darwiniana que no es al azar y que de manera figurativa podríamos decir que actúa como un tamiz, y selecciona de manera favorable o desfavorable esas mutaciones.

Cuando se dice que las mutaciones ocurren al azar, se quiere expresar que ocurren independientemente de que sean favorables o desfavorables para el organismo que tiene esas mutaciones. Vamos a recordar un experimento clásico que ilustra muy bien ese azar. El genetista estadounidense Joshua Lederberg (1925-2008), el biólogo estadounidense George W. Beadle (1903-1989) y el microbiólogo estadounidense Edward L. Tatum (1909-1975), ganaron en 1958 el Premio Nobel de Fisiología y Medicina. Joshua Lederberg y su esposa, la microbióloga estadounidense Esther Lederberg (1922-2006), realizaron experimentos con la bacteria Escherichia coli que publicaron en 1952 (1). Cultivaron una colonia de esa bacteria que para fines ilustrativos vamos a denominar ‘colonia madre’. Luego la fraccionaron en varias colonias que denominaremos ‘colonias hijas’. A continuación tomaron bacterias de cada colonia hija y las pusieron en un medio de cultivo que contenía el antibiótico penicilina. Entonces observaron que algunas de esas colonias, que llamaremos ‘colonias nietas’, eran resistentes a la penicilina y otras no lo eran. Como ellos sabían muy bien de cuál ‘colonia hija’ provenía cada una de las ‘bacterias nietas’, entonces investigaron si las ‘colonias hijas’ eran resistentes. Detectaron que algunas de las ‘colonias hijas’ eran resistentes a la penicilina y eran las mismas de las cuáles provenían las ‘colonias nietas’ que eran resistentes a la penicilina…¿Qué significaba eso?…Significaba que las mutaciones que hacían resistentes a las bacterias ante la penicilina habían ocurrido en algunas de las ‘colonias hijas’, es decir, ANTES de que las colonias nietas fueran expuestas a la penicilina. Eso era evidencia de que esas mutaciones de resistencia no ocurrieron como ‘respuesta a la penicilina’. Ocurrieron antes por azar y luego resultaron mutaciones favorables ante un medio con penicilina. Obviamente, estas mutaciones iban a ser seleccionadas favorablemente por Selección Natural Darwiniana. En general hay muchas evidencias experimentales que indican que las mutaciones ocurren al azar y el prestigioso biólogo evolucionista estadounidense Douglas Futuyma (nac. 1942), en su conocido texto sobre ‘Evolución’, asevera: “Debido a tales experimentos, los biólogos por lo general han aceptado que las mutaciones son al azar” (2). La lectora o lector también puede ver la publicación por internet: ‘Las mutaciones son al azar-Comprender la Evolución’ (3).

En el caso del coronavirus, casualmente tenemos evidencias circunstanciales de que sus mutaciones no han ocurrido como respuesta a las vacunas. La contagiosa variante ‘delta’ del coronavirus se ha extendido por todo el planeta y en la prestigiosa revista científica ‘New Scientist’, Michael Le Page publica: “La variante delta fue detectada por primera vez en La India en octubre de 2020, lo cual significa que surgió antes de que comenzara la vacunación. Fue una de las causas de una segunda ola de contagios en La India a comienzos de 2021, y para abril era la variante más común en ese país. En el transcurso de 2021, se dispersó por todo el mundo desplazando  a todas las otras variantes” (4).

Muy recientemente. La OMS ha reportado el 24 de noviembre una nueva variante bautizada ómicron (con acento en la primera ‘o’ porque es palabra esdrújula). Ha sido reportada por primera vez en Sudáfrica, que es uno de los países africanos con menos población vacunada. Veamos la lista de porcentajes de población vacunada en diversos países africanos en octubre de 2021: Seychelles (72 %), Mauricio (62%), Marruecos (48%), Túnez (28%), Cabo Verde (23 %), Comoro (20 %), Eswatini (18%), Lesoto (15%), Zimbabwe (14%), Botswana (14%), Sudáfrica (14 %), Rwanda (13%), Mauritania (12%), Guinea Ecuatorial (11 %), Sao Tome y Principe (11%) (5). Es muy bien conocido que una correlación estadística entre dos variables no implica una relación de causalidad entre ellas, pero las evidencias circunstanciales conocidas no sustentan de ninguna manera que las vacunas han causado las mutaciones de nuevas variantes de coronavirus. Hay un factor adicional importante sobre las mutaciones. Es muy bien conocido que cuanto mayor sea una población de microorganismos, mayor será la probabilidad de que surjan mutaciones de todo tipo. Eso es una simple cuestión de probabilidad que no admite dudas. Pero eso significa que en el caso de poblaciones de países en donde no hay ningún control y donde las poblaciones viven hacinadas y sin campañas de vacunación, habrá poblaciones mucho más abundantes de virus y por ende, mayor probabilidad de que surjan nuevas variantes por mutaciones al azar.  Eso quizá explique que variantes como ‘delta’ y ‘ómicron’ hayan aparecido en países donde no hubo campañas exitosas de vacunación y donde probablemente la población no cumplía con normas de bioseguridad.  Las vacunas frenan en algún grado que los coronavirus se multipliquen en el organismo humano. Asimismo, cuando una población cumple con normas de bioseguridad, entonces la población del virus es mucho menor. En consecuencia, las vacunas combinadas con las normas de prevención, crean una situación que disminuye la probabilidad de que haya mutaciones y surjan nuevas variantes.  Por otro lado, para culminar este punto, ciertamente hay agentes mutagénicos (causantes de mutaciones) como los rayos X, el gas mostaza, la radiación ultravioleta, y otros, pero tales agentes solamente incrementan la tasa de mutaciones en todas las direcciones, siempre al azar.

Sobre las vacunas, se sabe que protegen en el sentido de que disminuyen la probabilidad de enfermarse gravemente y fallecer. No obstante, las propias compañías fabricantes de vacunas ya han advertido que la eficacia de la vacuna disminuye al cabo de unos 6-9 meses. En Europa muchas personas han sido vacunadas, pero han violado locamente las normas de bioseguridad. En efecto, todos hemos visto estadios de fútbol abarrotados de espectadores sin cumplir con el barbijo ni la distancia social.

Escribo el 5 de diciembre de 2021, y sobre la nueva variante ‘ómicron’, hay alarma. Tiene unas 55 mutaciones, de las cuales unas 32 mutaciones son en las proteínas de las ‘espículas’ (‘spikes’ en inglés) que el coronavirus utiliza para penetrar las células humanas.  En efecto, se piensa que esas mutaciones en las ‘espículas’ pueden hacer a la variante ‘ómicron’ resistente ante las vacunas conocidas. En un reportaje de Sarah Knapton, editora científica del diario británico ‘The Telegraph’, se publicó: “Dicho de manera sencilla, las vacunas podrían dejar de tener efectividad y toda la protección que hemos logrado con tanto esfuerzo, se habría perdido” (6). Pero todavía no se sabe con precisión si ómicron es más mortífera que las anteriores variantes. Por ahora, hay noticias de que es mucho más contagiosa (transmisible). Por ejemplo en BBC News se publicó el jueves 2/12/21 que: “El número de nuevos casos diarios confirmados de Covid-19 en Sudáfrica se ha incrementado en apenas 24 horas, al pasar de unos 8.500 registrados el miércoles 1 de diciembre a unos 11.500 el jueves 2. En Sudáfrica solamente el 24 % de la población está completamente vacunada” (7). Los contagios se duplican en Sudáfrica cada tres o cuatro días (8). No obstante, es posible que ómicron sea más transmisible pero menos mortífera. Pablo Linde, es un divulgador de temas científicos y se ha dedicado al coronavirus. Recientemente publicó sobre el surgimiento de nuevas variantes: “La evolución del virus no le lleva necesariamente a causar más daño, sino a ser más transmisible, es la teoría de Darwin vista casi en tiempo real” (9). Eso que declara es muy cierto y lo hemos visto en varios artículos anteriores. Podría ocurrir que por Selección Natural Darwiniana se seleccionen favorablemente las variantes menos mortíferas. Así sucedió con el retrovirus del SIDA. Al principio era muy mortífero, pero cuando las personas comenzaron a usar preservativos, entonces las formas menos mortíferas fueron las seleccionadas favorablemente porque se podían transmitir más que las más mortíferas (Véase mi artículo: ‘Coronavirus y Selección Natural Darwiniana’ DLA, 10/05/2020).

Entonces un escenario posible es que el coronavirus pierda virulencia y el Covid-19 se convierta en algo así como la influenza, y convivamos permanentemente con los coronavirus. Sería alcanzar una ‘coevolución’ entre humano y coronavirus (véase mi artículo: ‘Covid, coevolución y La Reina Roja’, DLA, 25/07/2021). En tal caso, quizá cada año las poblaciones tendrían que vacunarse contra las nuevas variantes, pero ya el Covid-19 sería menos peligroso. Por supuesto, esto solamente es una posibilidad hipotética deseable, porque por ahora ni siquiera se sabe cuán mortífera es ómicron, y mucho menos cómo puede seguir mutando y evolucionando. Por los momentos, las poblaciones deberían seguir cumpliendo estrictamente con las normas de bioseguridad hasta que se conozca mejor esta nueva variante  y se fabriquen vacunas o medicamentos más efectivos contra el Covid-19.  Asimismo, la OMS ha insistido en la necesidad de implementar una estrategia mundial de manera mancomunada y coordinada entre todos los países para enfrentar exitosamente el Covid-19. Porque de nada sirve que los países más desarrollados implementen buenas campañas para controlarlo, si en países pobres van a seguir surgiendo nuevas variantes más transmisibles o mortíferas. Tenemos que entender que la lógica de todos los seres vivos es multiplicarse lo más que puedan. Para los coronavirus, lo ideal para expandirse, es una situación en la cual las personas vivan hacinadas, sin cumplir normas de bioseguridad, y sin vacunación…¡Debemos seguir con normas de bioseguridad!…NOTAS: (1) Lederberg, J. and E.M. Lederberg (1952) ‘Replica plating and indirect selection of bacterial mutants’. J. Bacteriol. 63: 399-406 (2) Pag. 179 en Douglas Futuyma (2005) ‘Evolution’(3)‘Mutations are random-Understanding Evolution’,https://evolution.berkeley.edu/dna and-mutations/ mutations-are-random/ (4) ‘Delta Covid-19 Variant (B.1.617)’. New Scientist, Updated November, 9, 2021 (5) ‘Covid-19 vaccinations: More than 50 nations have missed a target set by the WHO’. BBC News, October, 1, 2021 (6) ‘Why the omicron Covid variant is the most concerning so far’. Sahra Knapton. Science Editor. ‘Telegraph. Co. uk./ ne. 2021, November, 27 (7) BBC News Mundo, 2/11/21 (8) Pag. Web El País, 4/12/2021 (9) Pag. Web de El País, 1/11/2021.

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