María Gabriela Danieri / @Supermagab
Joseph Mijares es hijo de músicos. Su mamá cuando lo tenía en el vientre apoyaba el contrabajo en la panza para poder tocarlo. El joven compositor le adjudica a esta costumbre la fuerza de un presagio, aunque simplemente se tratase de una de las tantas veces que durante su infancia estaría rodeado de melodías, instrumentos y partituras. Convertirse en músico estaba en su código genético.
Mijares, oriundo del municipio Trujillo, comenzó a los dos años a estudiar el violín y a los ocho años de edad cobró su primer cheque por tocar junto a otros profesionales de la música del país. Sin embargo, en su carrera para conquistar la armonía musical se encontró con la traba de la crisis y decidió migrar a Colombia.
“Me fui de Venezuela entre los años 2016 y 2017. Creo que nadie es profeta en su tierra. Acostumbrado a ver a mis padres viajar, era algo que yo deseaba hacer desde niño. Era un anhelo”, cuenta el compositor a través de una plataforma de mensajería en línea. Confesó que no ha sido fácil la travesía, pero se preparó para el reto.
Quizás por esta determinación ganó el primer concurso departamental de coros en la región Norte de Santander como director de un coro en Cúcuta. Igualmente, fue uno de los pocos latinos en estudiar dirección de orquestas con el maestro Navarro Lara en Huelva (España) y se convirtió en el arreglista de la orquesta “El Combo de Venezuela” que ha llevado parte de sus composiciones hasta Finlandia.
Deslumbrar a “Rosario Tijeras”
“Actualmente mis obras son interpretadas por orquestas sinfónicas y tropicales. Por cierto, una orquesta en el estado Trujillo va a estrenar una obra que compuse hace 12 años”, expresó con orgullo Mijares, quien también ha tenido experiencias anecdóticas en su vida en Colombia. Una de ellas la tuvo en las calles de Medellín, donde tocaba para conseguir clientes para eventos sociales.
El joven, quien se promociona en Instagram y Tiktok como @piano_mijares, relató que un joven de acento argentino lo aborda desde una camioneta y le comenta de una ceremonia de matrimonio en la cual le gustaría él tocará algunos instrumentos. Mijares, quien observa a una acompañante femenina, no se da cuenta de quién se trata, pero ella lo mira y le sonríe con amabilidad.
“El día de la ceremonia, resulta que este argentino se iba a casar y cuando entra la novia resulta que era la famosa “Rosario Tijeras” (Maria Fernanda Yepez). Era ella quien me miraba sonriendo”, relató Joseph sobre ese divertido acontecimiento. “Yo solamente me reía y cuando pasó a mí lado me elogió la manera en la que tocaba la flauta y el saxo, dos instrumentos que personalmente pidió que tocaran el matrimonio”.
El trujillano dijo que quedó encantado de conocer a la actriz, quien en un acento marcado de Medellín le elogió con un “tenía tiempo sin oír a un músico tocar tan bueno”. Mijares comentó que fue una grata experiencia en su carrera. Yepez, a su modo de ver, es una mujer humilde y bella persona, que en ocasiones lo saluda si lo ve tocar en un restaurante.
Ser músico vs. ser famoso
Mijares, quien también se considera un polifacético por amar otras aristas del arte como la escritura y la pintura, aseguró sentirse orgulloso de su trayectoria sin ser egocéntrico. No es famoso como la industria considera la fama, pero sí se ha ganado el respeto de profesionales en el mundo de la música.
“¿Qué es ser famoso? ¿Alguien conocido? ¿Alguien que está en boca de todos? Podría decirse que sí, pero cuando hablamos de música, va un poco más allá. La industria de la música ha hecho que nosotros los músicos pasemos a “un segundo plano”. Hay poca difusión de los músicos que hacen un trabajo excepcional: compositores, arreglistas, orquestas y grupos regionales”, opinó Mijares.
Este 22 de noviembre, cuando se celebra el día del músico, deja claro que el éxito depende de la perspectiva con la cual se mire la vida. “Yo me considero exitoso y famoso entre los músicos. Soy fundador de un conservatorio de artes y, junto a otros músicos, doy clases en 18 países. He recorrido el mundo para tocar con muchos artistas reconocidos, que han visto mi trabajo por mi propio esfuerzo sin usar algún contacto o impulso”, compartió el trujillano.
En ese sentido, ofreció un mensaje a quienes decidan aventurarse a estudiar el lenguaje universal de la música.
“Lo que le recomiendo a los nuevos estudiantes de música y que la ven como una carrera profesional es: Primero, respetarla como a cualquier otra carrera. No muchos soportan estudiar su instrumento cinco horas diarias. Segundo, estudiar, practicar todo lo que los maestros les enseñen e investigar. Por último, ser humildes. Hay que diferenciar la humildad con el ego. Uno puede reconocer que se es bueno en algo, pero alardear no, pues puede que haya miles que sean mejores que uno; y eso debe ser motivo de superación. Si tienes eso, puedes soñar con los ojos abiertos”, finalizó.
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