Múnich (Alemania), 15 jun (EFE).- Mientras el inglés Bukayo Saka y los españoles Lamine Yamal y Nico Williams velan armas antes de estrenarse en la Eurocopa, otros dos extremos, los alemanes Jamal Musiala y Florian Wirtz, iniciaron su andadura en la competición con una exhibición ante Escocia en la que se mostraron como dos auténticos diablos que reivindicaron una demarcación que hasta hace poco estaba en peligro de extinción.
El corsé que se ha puesto el fútbol del siglo XXI, en el que gobierna el estudio exhaustivo y milimétrico de cualquier factor, ya sea propio o del rival, y que no da pie a una excesiva improvisación, puede romperse en la Eurocopa de Alemania. Al final, el desborde, el clásico arte del juego de la calle en el que prima la imaginación, la pillería, la creatividad y la espontaneidad, puede abrirse paso en un torneo que ya tiene a sus dos primeros héroes: Musiala y Wirtz.
Insultantemente jóvenes, con 21 años cada uno, fueron, y con permiso de Toni Kroos, los mejores jugadores del choque que disputaron Alemania y Escocia. El combinado de Julian Nagelsmann se estrenó con una goleada inédita en un partido inaugural (5-1) cimentada desde la construcción quirúrgica de Kroos y el desborde de los dos chavales del combinado germano.
Abrelatas ante Escocia
Musiala, en el Bayern Múnich, y Wirtz, en el Bayer Leverkusen, encajan perfectamente en el perfil de jugadores que muchos entrenadores temen y desean a la vez. Su desparpajo no encaja con el control que todo técnico desea tener del partido en todo momento. Pero sí es necesario para romper las normas y hacer que ocurran cosas diferentes. Y Nagelsmann, sin ningún temor, apostó por los dos para el inicio de Alemania la Eurocopa.
Su decisión no salió nada mal. Ambos colaboraron en muchas de las acciones decisivas del choque. Por ejemplo, en los dos primeros goles: Wirtz, abrió el marcador a los diez minutos con un golpeo desde el borde del área que no pudo atrapar Gunn; y Musiala, no mucho después, fusiló al portero escocés con un gran disparo desde dentro del área. En apenas un cuarto de la primer parte, los dos solucionaron el estreno de Alemania.
Después, siguieron con sus diabluras. Fueron un incordio constante para sus rivales, desbordados ante las acciones de los jóvenes extremos. Sobre todo por Musiala, más insistente que su compañero. Durante el tiempo que estuvo sobre el terreno de juego, desquició a toda la defensa y a los apoyos de la selección escocesa. Por eso, fue designado por la UEFA como el hombre del partido. Pero su mejor premio, el de los dos, fue la ovación que se llevaron cuando fueron sustituidos por Leroy Sané y Thomas Müller.
Aplaudidos hasta la extenuación por la hinchada de la ‘Mannschaft’, ya son los nuevos ídolos de Alemania, necesitada de alegrías después de una década huérfana de títulos (desde el Mundial de Brasil 2014). Pero, de los dos, quien más necesitaba esa ovación era Musiala, que ya había sufrido en sus carnes la decepción de un fracaso con Alemania. En el pasado Mundial que jugó con sólo 19 años, salió trasquilado tras una participación errática.
De ‘Bambi’ a ‘Wusiala’
“Es importante que las flores nos las reciba sólo una persona, sino que las podamos repartir. Pero estoy particularmente feliz por Musiala, porque en Catar desaprovechó muchas oportunidades y lo tenía grabado en la cabeza”, dijo Nagelsmann en sus declaraciones posteriores al duelo.
El caso es que Musiala tiene un apodo entre algunos de sus compañeros que parece que va a cambiar. Le llaman ‘Bambi’, por su juventud y antigua endeblez física. Ahora, en la Eurocopa, es más fuerte, más robusto y más maduro.
Por eso, ahora su apodo ha cambiado y es doble, porque va unido a la figura de Wirtz: ‘Wusiala’ es ya una marca registrada que gusta al jugador del Bayern: “Es definitivamente genial”, confirmó en una de las ruedas de prensa que ofreció antes de su primera exhibición frente a Escocia. A su lado, Wirtz, el hombre tasado por el Leverkusen en 150 millones de euros, asentía divertido.
Es probable que el Bayern intente echar las redes sobre el actual campeón de la Bundesliga para juntar en su equipo a las dos nuevas sensaciones de Alemania. Pero, mientras ese fichaje aún es una quimera, el combinado germano disfruta de ambos en la Eurocopa. De momento, son la máxima representación de los jóvenes extremos que han dado el primer golpe sobre la mesa para reivindicarse.
Ahora, han pasado el testigo a otros. Y es que, si Wirtz y Musiala son jóvenes, Lamine Yamal, con 16 años, Nico Williams, también con 21, y Saka, con 22, no se quedan atrás. Los tres, en breve, intentarán unirse a la revolución de los extremos que ya ha vivido su primer capítulo en el Alemania-Escocia con el que se inauguró la Eurocopa y en el que triunfaron, sin duda, Musiala y Wirtz.
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