Por: Presbítero José Magdaleno Álvarez *
Hoy, Día Internacional de los Museos, traemos una especial referencia al Museo Diocesano doctor José Gregorio Hernández, del Santuario de Isnotú. Entre el museo y demás espacios del sitio se resguardan y exponen numerosos objetos relacionados con el doctor Hernández, su familia e Isnotú.
La bendición e inauguración del “Santuario Niño Jesús del doctor José Gregorio Hernández”, el domingo 30 de octubre de 1966, constituyó la merecida celebración para clausurar el extenso programa del centenario del nacimiento del médico de los pobres, que se había iniciado en octubre de 1963. Desde Caracas el obispo Auxiliar, Monseñor José Rincón Bonilla, trajo la imagen del Niño Jesús que perteneció al beato y fue donado por sus familiares. Asistieron ministros, senadores y diputados del Congreso Nacional, representantes del ejecutivo del estado, varios obispos, un gran número de sacerdotes y cientos de peregrinos. A las diez y media comenzaba la ceremonia de inauguración presidida por el Cardenal José Humberto Quintero, arzobispo de Caracas, con la presencia del obispo de Trujillo Mons. José León Rojas.
El conjunto de edificaciones del santuario abarca un templo dedicado al Niño Jesús, un oratorio donde nació el beato, el museo diocesano, la plaza del peregrino, la gruta de la Virgen de Coromoto, un salón de teatro, la casa parroquial, la posada del peregrino y la librería. Esta importante obra, ideada por el obispo José León Rojas y levantada por el tesonero padre Prudencio Baños, fue construida en el sitio donde estaba la casa natal del beato.
Varias pertenencias del beato son expuestas en el Museo Diocesano doctor. José Gregorio Hernández Cisneros: talla del Niño Jesús que le fue regalada por los Franciscanos de Jerusalén, varias imágenes religiosas, una camándula (rosario), dos camas, dos mesitas de noche, dos escaparates, un piano con su taburete y tapiz, documentos del Colegio Villegas, diecinueve récipes médicos originales, tres cartas de su puño y letra, correspondencias recibidas por él, dos bendiciones apostólicas del Papa, una toalla de baño, una condecoración otorgada por la UCV, el último teléfono que fue de su propiedad, dos fotografías originales del día del entierro, pintura de la Virgen del Rosario que se veneraba en el antiguo templo de Isnotú conocido por el beato, escudo familiar dibujado y documentado por el beato, maderos, puertas, clavos, bisagras y ladrillos de la casa natal, foto y busto de su primer maestro. El museo, además, contiene una valiosa colección pictórica sobre el beato realizado por el artista Iván Belsky en ocasión del centenario de su nacimiento (1964), y otros objetos que guardan relación con su casa natal y el antiguo templo de Isnotú.
La obra del Santuario y del museo se ha ido fortaleciendo durante los últimos años junto a otros proyectos como la “Casa Mamá Josefa Antonia” (en homenaje a la madre del beato) donde se expondrá el arte ofrendado por los devotos y se hará labor social. También está en estudio un monumento a la familia Hernández Cisneros ubicado en la Plaza doctor. José Gregorio Hernández, sitio donde estaba la antigua Iglesia y en la cual hizo la Primera Comunión el beato; a ese lugar fueron trasladados, desde el cementerio local, los restos de los padres del Dr. Hernández.
En nombre de nuestro obispo José Trinidad Fernández y del mío propio, felicitamos a la profesora Carmen Araujo, coordinadora del museo diocesano, quien ha sabido trabajar, conjuntamente con la rectoría del santuario, para proyectar, cada vez con mayor eficacia, el invaluable patrimonio que nuestra diócesis resguarda para beneficio de todos los devotos del doctor José Gregorio Hernández Cisneros.
* Rector del Santuario Niño Jesús de Isnotú.