Mujeres del Táchira rompieron el silencio ante la desidia

Este domingo 8 de marzo, las mujeres del Táchira conmemoraron su día internacional con una caminata denominada “Queremos vida digna”, que se desarrolló desde las inmediaciones del Instituto de Vialidad Tachirense  hasta la Residencia Oficial de gobernadores, con la presencia de la sociedad civil y el tren ejecutivo encabezado por la gobernadora Laidy Gómez.

En un ambiente lleno de alegría, las féminas expresaron la necesidad de contar con un gobierno central que respete sus derechos como mujeres, que brinde protección social en materia de seguridad, atención hospitalaria, servicios públicos óptimos y la atención digna por parte de los representantes de la Fuerza Armada.

Rina Orozco, paciente renal del estado desde hace 5 años, cayó en esta enfermedad motivado a la falta de insumos para nivelar su presión arterial y expresó sentirse orgullosa por “romper el silencio”, ya que la falta de calidad en los servicios públicos y los costos elevados de las medicinas agravan más su condición de salud, “por eso estoy aquí, porque quiero libertad, seguridad y una vida digna”.

“Ya está bueno, me siento ofendida porque nosotros los pacientes renales corremos el riesgo de morir si estamos conectados a la máquina cuando se va la energía eléctrica y por mi estado de salud no consigo trabajo en ningún lado y no dependo de ninguna ayuda económica. Tengo que vender café, pasteles y otro tipo de productos para poder solventar las necesidades de mi hogar y mi enfermedad”.

Del mismo modo Janeth Cabriles, paciente oncológico, compartió su historia de vida al destacar que se siente una mujer vencedora pues está superando el cáncer, primeramente gracias a Dios y a las personas de buen corazón que le tienden la mano económicamente fuera y dentro del país, entre ellas la gobernadora Laidy Gómez, ya que en Venezuela no se consiguen los medicamentos para su padecimiento.

Manifestó que ha sido una lucha saber que su vida está en riesgo si no cumple con su tratamiento, pues depende de otras personas que gracias a su bondad la han ayudado, sin embargo, con la situación país que se vive, es difícil obtener las medicinas porque “los pacientes con cáncer no conseguimos a través de hospitales ni del oncológico nuestro tratamiento y tenemos que cruzar la frontera para obtenerlos, sin embargo seguimos de pie, resistiendo”.

 

No solo las mujeres afectadas en el área de la salud se hicieron presentes, pues el gremio de la educación formó parte de esta caminata denominada “Queremos vida digna”. Tal es el caso de Ida Coromoto Díaz, quien como representante de las maestras tachirenses reiteró una vez más que a los docentes no les alcanza el sueldo ni para adquirir uniformes dignos, pagar el pasaje o hacer mercado.

Del mismo Díaz resaltó que como madre venezolana “queremos un nuevo gobierno que nos quite la maldad de este narco-régimen que nos tiene sin agua, sin gas, sin luz, sin gasolina, por eso seguiremos marchando y este 10 de marzo apoyaremos una vez más a Juan Guaidó”.

Carmen Cecilia Rueda, se trasladó desde el municipio Junín para participar en esta actividad motivada por dos razones, una de ellas exigir calidad en los servicios básicos que todo ser humano debe tener y que tanto fallan en el estado y la otra, por el éxodo de venezolanos que afectó a su familia, pues tiene hijos, nietos y una bisnieta fuera del país.

Finalmente, Diocelina Sandoval, mujer de avanzada edad, expresó que “todo lo que teníamos en la cuarta república, nos falta hoy, como el agua, la luz, el servicio de telefonía, las medicinas, el gas, las carreteras están deterioradas, por eso deseo una Venezuela libre porque ni el sueldo me alcanza, si compro comida, no tengo para las medicinas, le pido a Dios mucha salud y los beneficios que tenía antes”.

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