Muerte de neonatos en Valera enciende alarma otra vez

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No se puede tapar el sol con un dedo, y aunque limiten el acceso a la información “oficial” sobre los hechos que se suscitan en un recinto público, los afectados no titubean para denunciar y exigir a los medios de comunicación difundir su querella.

La familia Rivera Chacón, oriunda de San José de Palmira en Mérida, celebró la llegada de un nuevo miembro de la familia hace seis semanas, el parto lo atendieron médicos de guardia en el ambulatorio de Buena Vista, municipio Monte Carmelo de Trujillo.

El bebé presentó paladar hendido, y la madre a pesar de que tenía la experiencia de tres embarazos y partos anteriores, prefirió viajar de inmediato al Hospital Central de Valera para que médicos especialistas lo examinaran y atendieran.

Los especialistas lo dejaron bajo observación médica y tres días después ordenaron practicar algunos exámenes que permitieron diagnosticarle neumonía, la familia gastó el dinero que tenía para conseguir las ampollas, algunas de más de 100 mil bolívares, exigidas por los médicos para tratar al bebé.

Sin embargo, el tratamiento no funcionó, el bebé falleció ayer. La familia acudió a la morgue del recinto, resignados le darían sepultura, pero la inquietud de las irregularidades que detallaron en su estadía de más de un mes en el recinto no dejarían de narrarla.

 

Inconvenientes

Aseguran que ahora que el área de neonatología está en planta baja, pese a la contaminación en los últimos pisos donde estaba anteriormente, la hediondez de la basura y las cloacas alborota las moscas cerca de la sala de espera, asunto por el cual no les extrañaría que se contaminara la locación.

Denunciaron que los familiares de los pacientes se encargan del aseo de las áreas comunes porque “no hay bedel”. Además, les exigen que doten de detergente, antibacterial y un sinfín de productos más, aparte de los medicamentos que deben buscar fuera del recinto.

Apenas las madres pueden pasar a ver a sus hijos por un par de minutos una vez al día, se asean antes de ingresar aunque si quiera para poder amamantarlos, “cuando no hay esperanzas de que sobreviva es cuando dejan pasar a toda la familia”.

Según sus cuentas, esta semana habrían fallecido más de cinco bebés. Comentaron con preocupación que uno de ellos se descompensó durante los apagones, pues estaba entubado y la falla eléctrica dejó inútil el aparato que lo mantenía con vida.

“Pegamos carreras para buscar a los técnicos, para que revisaran las plantas eléctricas porque no arrancaban, y respondían que no tenían batería o se sulfataron” añadió un pariente.

 


Atención

Nadie culpa ni responsabiliza a los médicos o enfermeras del deceso de los bebés, aunque en ciertos casos denuncian negligencia, en esta oportunidad los dolientes reclaman la situación existencial en el principal centro de salud pública de Trujillo y exhortan a las autoridades revisar con regularidad el recinto y atender las denuncias y solicitudes que hacen llegar a los directivos.

 

 

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