El director italiano Bernardo Bertolucci, cuya película de 1972 “El último tango en París” conmocionó al público con una célebre escena de sexo que lo persiguió en sus últimos años, falleció el lunes a los 77 años.
“El último tango en París”, protagonizada por Marlon Brando y Maria Schneider, fue prohibida en varios países, entre ellos Italia, donde no se estrenó hasta principios de 1987.
El filme le valió a Bertolucci una nominación al Oscar y relanzó su reputación internacional, pero su posterior película “Novecento”, una epopeya histórica de cinco horas protagonizada por Robert De Niro, Gerard Depardieu, Donald Sutherland y Burt Lancaster, marcó el inicio de un largo período de fracasos comerciales.
Se recuperó en 1987 con “El último emperador”, una cinta bellamente filmada por su habitual director de fotografía Vittorio Storaro que se llevó los nueve Oscar a los que estaba nominada, reafirmando la posición de Bertolucci como cineasta con una visión característica.
Nacido en Parma, en el centro de Italia, Bertolucci era hijo del poeta y crítico de cine Attilio Bertolucci.
Empezó a escribir poesía cuando era niño y publicó su obra en revistas, ganando un premio nacional de poesía como estudiante en Roma.