Mozart y los ideales de la Ilustración

La ‘Ilustración’ o ‘Iluminismo’ fue el movimiento filosófico que hubo sobre todo en el siglo XVIII y enfatizaba el uso de la razón para escudriñar todas las doctrinas y tradiciones heredadas del pasado. En efecto, los autores de la Ilustración expresaban un gran optimismo y fe en la razón humana y la ciencia para liberar a la humanidad de la ignorancia, la tiranía y todo tipo de superstición.

Actualmente en nuestro país vivimos una epidemia de supersticiones y creencias infundadas y por eso es muy importante la divulgación de los ideales humanísticos de la Ilustración. En tal sentido es interesante recodar que el extraordinario compositor austríaco Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) expresó esos ideales en sus óperas como ‘La Flauta Mágica’ (1791) y ‘Las Bodas de Fígaro’ (1786).

En ‘La Flauta Mágica’ se enfatiza la victoria de la razón y la iluminación sobre la oscuridad. Por ejemplo, recordemos que en una parte de la ópera el príncipe egipcio Tamino llega al Templo de la Sabiduría, que está entre el Templo de la Razón y el Templo de la Naturaleza. Luego, en las partes finales de la ópera, Sarastro y su séquito de sacerdotes seculares proclaman desde el Templo del Sol su triunfo sobre la Reina de la Noche, es decir, la victoria de la luz sobre la oscuridad.

Por otra parte, en la ópera ‘Las Bodas de Fígaro’, Fígaro es el criado del Conde de Almaviva y se va a casar con Susana, pero el Conde le ha puesto el ojo y desea acostarse con ella  antes de que se case con Fígaro. La ópera gira en torno al llamado ‘Derecho del Señor’, es decir, el derecho de un noble para tener relaciones sexuales con cualquier criada el día de la boda de ella, antes de que las tuviera con su nuevo esposo. El Conde de Almaviva formalmente ha renunciado a su ‘derecho’ de poseerla, pero de todas formas intenta lograrlo. Fígaro se rebela contra la pretensión de su señor, y después de muchas peripecias en la ópera, finalmente el Conde no logra su propósito.

El autor estadounidense Isaac Kramnick (nac. 1938) es un conocido especialista en las ideas del siglo XVIII y describe la significación de ambas óperas con las siguientes palabras: “Pocos han captado el espíritu del Iluminismo y su proyecto intelectual y social, como lo hizo Mozart en sus óperas. ‘La Flauta Mágica’ con sus sacerdotes seculares que presiden los Templos de la Sabiduría, la Razón, y la Naturaleza, consiste en una serie de variaciones atinentes al triunfo de la luz sobre la oscuridad, el sol sobre la luna, el día sobre la noche, el triunfo de la razón, la tolerancia y el amor, sobre la pasión, el odio y la venganza […] En la ópera, tanto Mozart como su libretista Emanuel Schikaneder, expresan el desdén por la superstición […] un desdén que típicamente expresaban los grupos más radicales del Iluminismo en sus obras musicales y literarias. De manera similar, ‘Las Bodas de Fígaro’ expresa los ideales sociales del Iluminismo, un himno lírico al planteamiento de que los individuos se autorrealizan y logran sus metas por su esfuerzo, su habilidad y su talento, en contraste con los aristócratas que simplemente nacen con sus privilegios. Así Fígaro le dice al noble Almaviva: “¿Qué has hecho tú para ganarte tu fortuna, jerarquía y posición?…tú solamente te tomaste la molestia de nacer y nada más” (1).

Entonces vemos que Mozart no solamente fue uno de los más grandes gigantes de la música de todos los tiempos, sino que sus óperas expresan los importantes valores de la Ilustración,  y eso constituye un motivo adicional para conocerlas y divulgarlas.

NOTA: (1) Pag. IX en ‘Introduction’en  Isaac Kramnick (Ed) (1995) ‘The Portable Enlightenment Reader’. Penguin Books. USA.

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