Moscú, 6 may (EFE).- La capital rusa se ha vestido de gala y redoblado al máximo las medidas de seguridad para la celebración del 80º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi que se conmemora el próximo viernes con la asistencia de una treintena de mandatarios extranjeros.
Edificios y autobuses embanderados, instalaciones y afiches alusivos a la efeméride se observan por doquier en Moscú, muchos de cuyos habitantes han salido de la ciudad aprovechando que en los once primeros días este mes de mayo hay solo tres laborables, ayer, hoy y mañana.
Los servicios municipales daban hoy los últimos toques para adornar la ciudad.
Unos operarios colocaban claveles rojos, el color predominante de los festejos, en las aceras a lo largo de la calle Tverskaya, la principal arteria de la capital rusa, por donde pasarán las unidades militares que desfilarán en la plaza Roja.
El incremento de la presencia policial en la ciudad, que de por sí habitualmente es importante, salta a la vista en las calles céntricas y las estaciones del metro.
Las autoridades han advertido de que las medidas de seguridad podrían causar inconvenientes a los usuarios de internet por telefonía móvil, por los que han recomendado conectarse a la red mediante wifi.
Ello se debe a que el empleo de los sistemas de lucha electrónica contra los drones que afectan las conexiones con internet móvil.
Y es que solo anoche las defensas antiaéreas derribaron 19 drones de ala fija ucranianos en las proximidades de Moscú.

El alcalde de la capital rusa, Serguéi Sobianin, escribió en su canal de Telegram que los drones se dirigían hacia la ciudad «desde distintas direcciones».
Tras el comienzo del ataque, al filo de la medianoche, todos los aeropuertos moscovitas suspendieron sus operaciones, que fueron reanudadas pocas horas después.
El presidente ruso, Vladimír Putin, anunció el 28 de abril una tregua de tres días para el 80º aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial.
El alto el fuego entrará en vigor en la medianoche del 7 al 8 de mayo y vencerá 72 horas después en la medianoche del 10 al 11, informó el Kremlin, que instó a Ucrania a respaldar la medida.
Sin embargo, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, calificó de «gesto teatral» la iniciativa de Putin e insistió en la necesidad de un alto el fuego de al menos 30 días.
«¿Por qué un alto el fuego de 30 días? Porque es imposible acordar nada en tres, cinco o siete días», arguyó el mandatario ucraniano.
Además, Zelenski declaró que Ucrania no puede garantizar la seguridad de los invitados extranjeros que acudan a Moscú a los festejos organizados por Putin en ocasión del 80º aniversario de la victoria sobe la Alemania nazi.
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