Un llamado a la colectividad tachirense para intensificar las medidas de prevención contra la COVID-19, hizo Monseñor Mario del Valle Moronta obispo de la Diócesis de San Cristóbal, ante el preocupante incremento de los casos positivos en la entidad tachirense.
“Es necesario llamar a la reflexión porque la cosa es en serio, no es una «tomadera de pelo» como mucha gente lo ha asumido, no es una noticia cualquiera, es una situación muy grave que amerita además del uso del tapaboca y del lavado frecuente de las manos cumplir con el distanciamiento social y las recomendaciones dadas no solo por los voceros regionales y nacionales sino por los entendidos en la materia, los médicos y las autoridades sanitarias”, afirmó la máxima autoridad del clero en el Táchira en reunión sostenida con la gobernadora Laidy Gómez.
Quiero hacer – prosiguió- una solicitud muy especial a los habitantes de las zonas donde se ha detectado con mayor fuerza el brote de la enfermedad para que lo tomen con la relevancia que merece, “que sepan que no es situación leve sino que es bastante delicada y que tenemos que enfrentar con fortaleza y determinación, pueden estar seguros que con la ayuda de la oración y del trabajo del personal médico podremos superar esta crisis”.
De igual manera Monseñor Moronta reiteró la disposición que debe tener cada uno en el cuidado de la salud, y para ello es necesario acatar las diversas directrices, “debemos ayudarnos mutuamente, el 5º mandamiento de «no matar» obliga también a cuidarse, cuidándonos nosotros cuidamos a los demás y cuidando a los demás nos cuidamos a nosotros mismos”.
Por su parte la mandataria regional catalogó en encuentro con el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta como positivo para establecer y acercar criterios de bienestar común para la población tachirense en momentos de la desesperanza social, que por la crisis, vive el país.