En conversación con Diario de Los Andes, Monseñor José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo, nos recuerda que María es madre de todos y “por eso convoca siempre a la unidad, a la comunión, a estar alrededor de la mesa, cuyo simbolismo es el compartir”
Monseñor José Luis Azuaje, asumió el sábado 29 de junio de 2018 como Arzobispo de Maracaibo, tras ser designado por el Papa Francisco el pasado 11 de julio de ese año. El representante de la iglesia católica ha expresado que el desarrollo de su trabajo como arzobispo, busca aprender y a unir las diversas culturas que conforman la región. Monseñor Azuaje es del pensar que debemos ir más allá de los estereotipos a los que estamos acostumbrados para crear una nueva visión ante la realizad del país.
En 2018 llegó al Zulia como peregrino, y cómo Pastor busca alentar la esperanza.
Monseñor Azuaje quien naciera en Valera, es un obispo netamente mariano y lo demuestra con su escudo episcopal, donde está la presencia de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá y su lema episcopal lo tomó del pasaje bíblico las Bodas de Canaán, cuando María, ante la petición de la falta de vino, dice: “Hagan lo que Él les diga”.
Además de haber obispo de Barinas, es presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela y es presidente de Cáritas Latinoamérica. Tiene una vida muy activa dentro de la organización de Cáritas en el país, ósea conoce la realidad de la nación porque la palpa y trabaja.
Chiquinquirá, una devoción
En conversación con Diario de Los Andes, Monseñor José Luis Azuaje, Arzobispo de Maracaibo, nos recuerda que María es madre de todos y “por eso convoca siempre a la unidad, a la comunión, a estar alrededor de la mesa, cuyo simbolismo es el compartir. Ella, como Madre, sabe con certeza que entre hermanos se deben tener buenos sentimientos, se debe perdonar, ser justos, honestos y dar lo mejor de cada uno.
Asimismo, dice “María es dignidad de un pueblo, como el pueblo zuliano, que ha sido golpeado con el látigo de las injusticias, como lo fue Jesús, quien tuvo que pagar las culpas de otros, de aquellos que no han sabido valorar la vida del pueblo en su dignidad, ni han sabido ofrecerles en la verdad una calidad de vida.”
Sobre el tema de las festividades en honor a la Virgen de Chiquinquirá, La Chinita, Monseñor Azuaje resalta la importancia que tiene para él tan importante acontecimiento, “ Es una oportunidad de poder observar y tener cerca, sentir el fervor del pueblo hacia La Chinita, algo que llena de mucha esperanza a nuestro feligreses, primero: por su sentido de religiosidad, y en segundo lugar: el hecho participar y compartir la fe con tantas personas, y en tercer lugar: el ver tanta sensibilidad, gente humildes que con mucha confianza se acercan a la tablita donde está la imagen de La Chinita para hacerle sus ruegos, para expresarle también el amor que siente por ella y el amor a Cristo Jesús. Creo que esto llena el corazón y se comparte desde una devoción arraigada desde hace ya 310 años”, sostiene.
Sentido de esperanza
Señala Monseñor Azuaje Ayala que, ante La Chinita el pueblo expresa de una manera si se quiere esperanzadora para aliviar todo esos avatares que ellos padecen, por ende considero que estas festividades de la Virgen de Chiquinquirá, es un punto muy positivo para nuestro pueblo y la vida de nuestra gentes, son ellos el rostro de Cristo sufriente,
Enfatiza Azuaje Ayala: “María es dignidad de un pueblo, como el pueblo zuliano, que ha sido golpeado con el látigo de las injusticias, como lo fue Jesús, quien tuvo que pagar las culpas de otros, de aquellos que no han sabido valorar la vida del pueblo en su dignidad, ni han sabido ofrecerles en la verdad una calidad de vida. Ella en el Magnificat ofrece esperanza, sabe que nada es eterno aquí en la Tierra, y menos el mal y las injusticias, por eso Ella invita a buscar a Jesús, a encontrarnos con Él, a no desprendernos de su amor”.
País de gran voluntad
“Nosotros los venezolanos tenemos una voluntad muy grande, somos alegres por naturaleza. Cuando uno va a una actividad fuera del país nos manifiesta, por qué nuestra actitud siempre es de alegría cuando el pueblo está sufriendo, y respondemos indicando, que el pueblo venezolano es alegre y trata también de superar tantos escollos y calamidades a través de una alegría, que no es una alegría normal, es una alegría esperanzadora que nos sostiene a todos los venezolanos. Ojala podamos tener para este mes de diciembre algunas actitudes necesarias pesados en ese Niño Dios quien nace, quien vine a nosotros como salvador, en esa Virgen Santa y luchadora, como tantas mujeres luchan por su familia, y también en ese compartir, porque nuestro pueblo es muy generoso y la solidaridad debe estar presente en este mes de diciembre, es un llamado para todos”, puntualiza.
Fortaleza para vivir en paz
Monseñor Azuaje ruega y pide por la paz a través de la fortaleza que tiene el pueblo venezolano. “Cada vez que pronunciemos a ese Niño Dios que sea de corazón, y que podamos compartir como dice la iglesia, las angustias, las alegrías, las esperanzas de nuestros pueblos. Por eso pedimos a Dios y a la sanísima Virgen en este caso a La Chinita que nos conceda la fortaleza necesaria para sirva a nuestros hermanos y vivir en paz”.
Dr. José Gregorio Hernández
Sobre el Dr. José Gregorio Hernández de quien espera como toda Venezuela su pronta beatificación, nos dice lo siguiente: “Es un modelo de lo que tenemos que ser como ciudadanos, como profesionales y como personas de bien.
El Dr. José Gregorio Hernández, fue hombre preclaro con grandes virtudes humanas, científicas y religiosas, que supo situarse en su tiempo para comprender al ser humano. Nos alegra muchísimo el hecho de poder vivir y sentir lo que este hombre enseñó con su propia vida. Un médico y científico, entregado a los pobres, un intelectual pero también con un sentí de la gente más sencilla. José Gregorio es un gran aprendizaje para nosotros los venezolanos, y quienes no lo conocen, ojala se apresten a conocer sobre la vida y obra de este gran hombre, extraordinario ser humano.
Como trujillano, uno se siente regocijado al tener como paisano a un ser tan especial y de gran calibre, sobre todo al sentir que ha dejado un huella inmensa a todos en Venezuela, por eso seguimos orando por su pronta beatificación”.