Las palabras de la jerarquía de la Iglesia Católica resonaron en la celebración de la Divina Pastora. José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, y Víctor Hugo Basabe, obispo de San Felipe y administrador apostólico de la diócesis de Barquisimeto, pidieron a la Virgen María que acompañe al pueblo venezolano en esta hora aciaga. Monseñor Azuaje ofició la eucaristía en la catedral de Barquisimeto, mientras que Basabe celebró la misa del envío, que se realizó en la población de Santa Rosa.
El Sermón de la Montaña sirvió para introducir las palabras del arzobispo de Maracaibo. “Le pedimos a la Divina Pastora que se acabe esta tragedia nacional de hambre, miseria y corrupción” (…) “Orar por Venezuela, por su gente, por tantos jóvenes que se han ido, por los presos por razones políticas, por los médicos y enfermeros que a pesar de no tener insumos atienden a sus pacientes”. Es urgente construir una Venezuela que se enfoque en el trabajo digno. “Hay que levantar la cabeza y tomar la dignidad como pueblo”. Recordó asimismo las palabras del papa Francisco: “Las ideologías siempre terminan en dictadura, piensan por el pueblo”.
Monseñor Basabe, por su parte, dijo en la homilía que hace un año pidió la libertad que comienza a vislumbrarse. “Pongamos en las manos de la Virgen el dolor y el sufrimiento en el que la mayoría de los venezolanos vivimos ahora, así como la esperanza y el anhelo de todo un pueblo que clama porque esta hora aciaga termine” (…) “Espero que prontamente sobre los que habitamos esta tierra alboreen los rayos de la libertad y nos anuncien que la pesadilla ha terminado”. Basabe dijo que aspiraba un futuro marcado por la paz, la solidaridad, en el que todos se comprometan “a trabajar unidos a fin de devolver a Venezuela al concierto de las naciones libres y democráticas”.
Pidió a cada venezolano estar atento en esta hora difícil que vive la nación: “Sean fuente de consuelo para quien está triste, para quien está preso por pensar diferente a los que están en el poder, para quienes son perseguidos por denunciar las injusticias”. Bendijo a los que en Chile, Argentina, Perú, Brasil y Colombia celebraron la festividad de la Divina Pastora.