Monolito monumento de la batalla de Ponemesa en completo abandono

Cuatro de los excursionistas en el Monumento de Ponemesa erigido hace 39 años.

 

Un monolito que ha cumplido  39 años de haber sido erigido, en aquel entonces por la comisión del año Bicentenario de Betijoque, en homenaje a la Batalla de Ponemesa, se encuentra en total abandono por parte de las autoridades regionales, echando al olvido de las nuevas generaciones tan significativo momento histórico.

Esto  lo señaló  el educador  Alfredo Argüello, quien escribió en fecha reciente un artículo sobre el acontecimiento en mención, argumentos aceptados por unos, rechazados por otros,  sosteniendo Argüello sus argumentos, al recordar  los acontecimientos de aquel 4 de junio de 1813 en el municipio que lleva el nombre del investigador universal, Rafael Rangel.

Expresa el declarante que estuvieron en el lugar un grupo de personas entre los cuales se encontraban   Lisseth Medina,  José Viloria, Yorbi García, Marcial Puche y mi persona, los cuales estamos claros que la Batalla de Betijoque, mencionada por el Padre de la Patria Simón Bolívar en su Proclama a los caraqueños el 8 de agosto de 1813, sì ocurrió y es un orgullo muy grande que se ejecutó en la  tierra de Sabios y Santos, permitiendo que los patriotas liberaran a la Provincia de Trujillo del imperio español.

José Viloria, otro excursionista en Ponemesa

Nos trasladamos al señalar lugar, añade  Argüello, movidos por ese fervor histórico y en vista de que ningún organismo oficial, llámese ejecutivo regional Alcaldía o Concejo se dignaron a conmemorar los 210 años de la Batalla de Betijoque, nos dirigimos por nuestros propios medios al cerro El Quibao, lugar donde aún se mantiene  el Monolito que se erigió en el año 1984, por parte de la Comisión del año Bicentenario de Betijoque.

No fue fácil llegar al lugar, añade, en vista de la maleza que mantenía completamente tapado el camino de acceso para el sitio, sin embargo, con la ayuda de utensilios propios para cortar maleza, logramos incursionar a lo que antes fue el camino Real que comunicaba esa zona con la Costa del Lago de Maracaibo, Escuque y Sabana Larga.

Entre vegetación muy tupida vimos la estructura levantada homenaje a la Batalla del 4 de junio, que se encuentra  en completo abandono, repitió,  sitio sagrado de nuestra región, donde se viene reclamando  la presencia de personas amantes de la patria y de la libertad;  pues atrás quedaron los años de conmemoración, las últimas desarrolladas en la población de San Juan de Isnotú.

Expresa Argüello, que no se entiende  el porqué esta fecha tratan de echarla al olvido las autoridades, principalmente las locales; Alcaldía y Concejo.

Añadiendo  que entre los excursionistas o visitantes al Monumento de Ponemesa se encontraban los concejales Yorbin García y Marcial Puche, los cuales tal como lo manifestaron ellos, esperaron hasta última hora el llamado del Presidente del Concejo y de las autoridades de la Alcaldía  que les permitiera aprobar la sesión solemne que se merece el acontecimiento, que significa la Batalla de Betijoque.

El Monolito recordatorio de Ponemesa perdido en la maleza.

Son dos años seguidos, añade Alfredo Argüello que estos organismos se olvidan de la fecha en cuestión, no entendiéndose  las razones que han tenido, para diferir la celebración recordatoria.

Precisó el declarante, que al lado de este olvido, se repudia también que ciertos sujetos enemigos de la historia de Betijoque, denigren y llamen desquiciado, fabulista y le endilguen  otros epítetos  al Libertador Simón Bolívar, no tomando en cuenta lo que decían los enemigos de Simón Bolívar “sus proclamas, la mayoría de ellas son hipérbolas, exageraciones para mover masas”, esto para referirse a Bolívar.

”El sueño de los que amamos la Historia, es que algún día, este acontecimiento sean reivindicado por quienes estén al frente de los organismos que les compete hechos como estos; de la historia del estado y del país y entonces podremos decir a viva voz. De Trujillo es tan alta la Gloria. De Trujillo es tan alto el honor”, puntualizó el declarante.

El pequeño monumento erigido el 4 de junio de 1984.

 


Eduardo Viloria / DLA

 

 

 

 

 

 

 

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