Miseria, inseguridad e incertidumbre: preocupación y sufrimiento de los venezolanos | Por: Luis A. Villarreal P.

 

Ya suponíamos que el 2023 sería el camino difícil y escabroso que estamos empezando a transitar. Desde las ‘felices fiestas’ de Navidad, las grandes mayorías tuvimos por enésima vez un ajuste de cinturón en cuanto a las ancestrales tradiciones: hallacas y pernil, estrenos y bebidas, fueron un espejismo en el disperso núcleo familiar venezolano.

Muchos por supuesto no tuvieron nada de eso; otros, una pequeña parte. Pero el común denominador, sin duda, ha sido la terrible incertidumbre. Con el broche que pusieron los partidos Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo [AD, PJ, UNT], quienes actuaron con pasmosa perversidad; y más que eso: confesos, al entregarle al oficialismo las herramientas de lucha para la liberación de Venezuela. Ahora dicen que buscan otros ‘recursos’, ‘nuevas fórmulas’.

El G3 nos ha ‘obsequiado’ —sin pudor— más desconfianza y contradicción, incoherencia y arbitrariedad política, elementos corrosivos de la ansiada Unidad; que al parecer es contra quien luchan ya sin disimulos, aunque hacen esfuerzos para seguir manipulando, obstruyendo y dificultando la unificación como interés nacional.  Es lo que han venido socavando con sus procedimientos egoístas.

Hay un contingente de personas baluartes de la lucha pro democrática al borde de la desmoralización política, pero aún con actitud férrea y esperanzadora por su cualidad consciente y espiritual que redunda en el inmenso amor por Venezuela; porque la sienten su Patria, entrañablemente.

Claridad opositora

Ninguna ambigüedad

ni miopía. Lo vemos

[claramente.

Por eso es fundamental

que abracemos bien fuerte

la firme oposición, como se

[debe.                    

 Nada de conformismos,

demostremos que somos

[ciudadanos

de primera. Cual hijos

atentos, ofrezcamos

a la Patria herida nuestro

[cuidado.

Como venezolanos

ejercemos deberes y derechos,

sin saber hasta cuándo.

Busquemos con denuedo

conquistar la ansiada Unidad, a

[tiempo.

L A V P

La Conferencia Episcopal Venezolana ha vuelto a mover la mata en su preocupación por Venezuela, al ofrecernos un mensaje urgido de compromiso y determinación para sacar a nuestro país del grave atolladero en que se encuentra; crisis extendida, causante de sufrimiento y privaciones en casi todos los estratos o niveles socio-económicos.

Nos referimos al documento publicado en Caracas el 12 de enero del corriente, denominado Exhortación Pastoral de la CXIX Asamblea Ordinaria Plenaria del Episcopado Venezolano, cuya inspiración es la cita bíblica «En nombre de Jesús de Nazareno, levántate y camina… [Hechos, 3, 6b. 8a]».

Arzobispos y Obispos de Venezuela se han manifestado claramente y sin rodeos desde la introducción del mismo, como sigue:

«Queremos hacerles llegar un mensaje cercano y fraterno, iluminado por la palabra de Dios, que busca dar respuesta a esta realidad que estamos «padeciendo» junto con ustedes, pues «nosotros también somos parte de este pueblo; fuimos elegidos como sus servidores».

En un segmento de la referida exhortación, subtitulado

«Una realidad que nos paraliza«, inequívocamente nos dice:

«3.  Iniciando este nuevo año 2023, nuestro país continúa viviendo una crisis política, social y económica profunda. Un escenario que pone en entredicho el modelo de gestión que por más de veinte años ha guiado los destinos de la nación. Emergen nuevas élites económicas. Zonas de Caracas y, en menor medida, de algunas otras ciudades, muestran lo que se ha llamado una «burbuja», como resultado de una suerte de «capitalismo socialista salvaje», que contrasta y resulta ofensiva para quienes, como nuestros educadores, personal de salud, obreros, trabajadores informales y pensionados, intentan subsistir con unos ingresos paupérrimos, y que hace que la brecha de desigualdad entre ricos y pobres sea cada vez más escandalosa».

Sin duda, es un exhorto que debería acatarse viéndose las circunstancias de incertidumbre que rodean la lucha por la liberación de Venezuela. Es un llamado a la conciencia —a la concertación y Unidad opositora— que busca mayor responsabilidad y participación ciudadana a objeto de lograr cuanto antes el retorno al Estado de derecho; a la democracia, garante de organización socio-política, y del pleno bienestar.

 

 

 

 

 

 

 

 

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