Bogotá/Medellín, 30 may (EFE).- Miles de personas vestidas con camisas blancas salieron este domingo a las calles de Bogotá, Medellín, Barranquilla y otras ciudades colombianas para denunciar la violencia y los bloqueos en las protestas que tienen lugar desde el 28 de abril, en un ambiente de tensión con críticas desde balcones y de transeúntes contrarios.
En Bogotá, la marea blanca, que al igual que han hecho durante un mes los manifestantes del paro nacional, portaban banderas de Colombia, llenaron una de las vías principales, la Carrera Séptima, marchando lentamente, cantando «Colombia se construye, no se destruye», y entregando flores a la Policía, en signo de apoyo.
«Creo que todos merecemos la paz y no podemos seguir tan polarizados porque hay que apoyar las instituciones y porque si bien hay muchas injusticias en Colombia, el camino no es la violencia ni la polarización», dijo Alexandra, una de las caminantes, a Efe.
Mientras la marcha continuaba, los ciclistas que pasaban por la ciclovía de esta misma calle y gente desde los balcones de los edificios les increpaban llamándoles «paramilitares» y con arengas de «Viva el paro nacional», que se escuchan desde el 28 de abril en las multitudinarias jornadas de protesta.
«Hay muchos que están descontentos, con toda la razón. Muchos de esos jóvenes no trabajan, no quieren a su país, prefieren un país subsidiado, un país regalado», explicaba Alexandra, haciendo alusión también a las informaciones (falsas) que recorren las redes y el boca a oreja en las últimas semanas de que hay una financiación desde la oposición de las protestas para que desestabilicen el país.
A pesar de que la mayoría de protestas de las últimas semanas han transcurrido durante el día de manera pacífica, sí se han vivido muchos hechos de violencia, con episodios de brutalidad policial que han dejado 60 muertos según organizaciones sociales y 43 según las autoridades, y altercados de desorden público, con quemas de edificios y saqueos de comercios.
Los manifestantes de hoy también claman contra los bloqueos, una forma de protesta usada para presionar al Gobierno con el corte del paso de mercancías y la libre circulación de personas, pero que también ha afectado a material básico como las medicinas o alimentos.
Las marchas blancas también tomaron las calles de otras ciudades como la caribeña Barranquilla y Medellín, donde familias enteras con banderas de Colombia, cantando el himno nacional y el del departamento de Antioquia, desfilaron por la ciudad al grito de «No más paro» y «No más bloqueos».
En Medellín, donde el uribismo tiene tradicionalmente un gran apoyo, los carros pasaban al lado de los manifestantes contrarios al paro, pitándoles en señal de apoyo.
Con la marcha, buscan «un rechazo a la violencia y al bloqueo como forma de acción política», como dijo a Efe Luis Guillermo Vélez, un profesor universitario que participó en la manifestación.
«No podemos pretender que la protesta social se confunda y se vuelva un medio para imponerle a la sociedad un programa político que fue derrotado en las urnas», alegó este profesor.