Jerusalén, 29 mar (EFE).- Miles de fieles judíos acudieron hoy al Muro de las Lamentaciones de Jerusalén con motivo de la tradicional Bendición Sacerdotal, celebrada en ocasión de la Pascua judía (Pésaj) porque representó la primera ceremonia religiosa masiva en tan importante lugar de oración desde el inicio de la pandemia de coronavirus.
Tal como indica la tradición, clérigos apellidados Cohen –sacerdotes, descendientes varones del bíblico Aaron, hermano de Moisés–, bendijeron a los presentes en la denominada «Bendición de los Cohanim», sustituto moderno de los sacrificios en el antiguo templo, que se realiza dos veces al año, durante la Pascua judía y la Fiesta de los Tabernáculos (Sucot).
La ceremonia tuvo lugar en el Muro de las Lamentaciones de Jerusalén, principal vestigio del Segundo Templo y lugar de rezo más sagrado para el judaísmo.
Este sitio, ubicado en la Ciudad Vieja, en la parte oriental de la ciudad, ocupada y anexionada por Israel, no había recibido tal flujo de fieles desde antes del comienzo de la pandemia, durante la cual las ceremonias contaron con escasa cantidad de participantes.
La celebración de hoy, si bien se hizo manteniendo distancias físicas para prevenir contagios, recibió a miles de personas y se diferenció significativamente de la del año pasado, que había contado con solo diez fieles.
Con el fin de evitar concentraciones masivas, sin embargo, este año la bendición se extenderá durante dos días en lugar de uno.
Por otra parte, el rito siguió a los festejos del fin de semana por el inicio de Pésaj, también marcados por el regreso de las tradicionales cenas ceremoniales en familia tras casi un año de restricciones por la pandemia.
Esta festividad, que dura una semana y conmemora el éxodo desde Egipto, cuando el pueblo judío escapó de la esclavitud, había sido celebrada el año pasado en medio de un estricto confinamiento y con las familias separadas.
Este año las tradiciones ya han comenzado a volver a la normalidad gracias a la veloz campaña de vacunación en Israel, donde más de la mitad de la población ya ha sido inoculada con ambas dosis de la vacuna Pfizer.