Buenos Aires, 14 ago (EFE).- El presidente de Argentina, Javier Milei, afirmó este miércoles que el equilibrio fiscal se volvió un «mandamiento» y que Argentina «deja de tomar nueva deuda», en un contexto de un país que ha caído varias veces en cese de pagos y que hoy tiene el mercado de deuda cerrado.
El mandatario hizo estas declaraciones durante su alocución en el Consejo de las Américas, que celebra su vigésima primera edición en un hotel de Buenos Aires, bajo la organización de Americas Society/Council of the Americas (AS/COA), en asociación con la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC).
«Vamos a rediseñar la forma en la que se escribe el presupuesto» porque «nuestra metodología se va a llamar déficit (fiscal) cero», anticipó Milei, respecto del proyecto de ley de Presupuesto 2025 que debe presentar el 15 de septiembre en el Congreso.
El político ultraliberal explicó que el resultado primario va a ser igual a los intereses a pagar, por lo que el resultado financiero -el resultado primario más los intereses de la deuda- será cero y el país no necesitará tomar nueva deuda.
«Argentina deja de tomar nueva deuda», anunció Milei y recibió un aplauso.
«Una vez que ustedes van a déficit cero, la relación deuda-PIB es no creciente» y «de cara al futuro tendríamos que ver que se va desplomando el riesgo país», advirtió Milei, ya que hoy el riesgo país de Argentina es de 1.545 puntos básicos, lo que le impide colocar deuda en los mercados internacionales.
El mandatario recordó que 20 de las 22 crisis que sufrió Argentina en el siglo XX tuvieron origen fiscal, por lo que afirmó que su Gobierno tiene «un compromiso innegociable con el equilibrio fiscal», que le está permitiendo bajar la inflación, hoy en 271,5 % anual a junio pasado, al aplicar una reducción del gasto público al punto de conseguir 0,4 % de superávit fiscal en el primer semestre.
«Es la primera vez en la historia» que Argentina logra resultado financiero positivo «sin estar en ‘default'», afirmó el libertario.
«Hacemos del equilibrio fiscal un mandamiento», que «trascienda el cambio de gestión y que quede para la posteridad», afirmó, al reflejar otra de las preocupaciones del empresariado, que los cambios que está llevando adelante Milei no sean eliminados por un sucesor de otro color político.
Respecto de la demanda del sector privado para restaurar la libre entrada y salida de capitales (o quitar el llamado cepo cambiario), el presidente rechazó «las presiones vengan de donde vengan» y dijo que «de nada sirve hacer cambios que no pueden perdurar» y que «quitar los parches sin resolver el problema de fondo es agravar la crisis» heredada.
Terminar con la inflación «es instrumental para recuperar la confianza», «ordenar lo fiscal y lo financiero es condición ‘sine qua non’ para volver a crecer» y «sin macro sustentable, todo lo demás es efímero», indicó.
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