El Milagro nació a juro

El Milagro uno de los sectores de mayor significación en la ciudad de Valera.

El 23 de enero ve nacer el barrio, es esa fecha que muchos consideraron como alternativa para acabar con el largo vía crucis, de estrechez y hacinamiento

Un día como mañana, se cumplirá 60 años, el 23 de enero de 1959  un júbilo indescriptible estremeció al país hasta sus más últimos confines.

El dictador, Marcos Pérez Jiménez huye maletín en mano, el pueblo ve ante si un cambio de libertad y no vacila en arroparse para si la facultada de solucionarse sus propios problemas.

La histórica fecha encontró a hombres y mujeres buscando tierras donde vivir. Así con ese 23 enero del 58 nacía el barrio El Milagro, por iniciativa del pueblo que decidió darse lo que hasta ese momento la historia y sus circunstancias le había negado: un techo propio.

Por necesidad lógica

Allí mismo, donde muchas familias alzaron los bloques de su primera casa para darle nacimiento a uno de los sectores de mayor popularidad en la ciudad de Valera, que nació por necesidad.

Valera siempre fue una ciudad carente de terrenos comunales. Surgida con la Republica, era para 1920, patrimonio de algunas cuantas familias de buena posición económica, y no fue sino hasta 1891 cuando la Municipalidad adquirió por 20 mil bolívares los terrenos de la Hacienda San Pedro, la cual incluía la parte occidental de la colina conocida como el Cerro La Concepción, y por lo pronto el problema se había resuelto. Los que llegaron primero, o más vivismo se apoderaron de las llanadas, y los otros se vieron presionados a escalar el cerro.

Sin embargo la población creció como es natural y por los años 40 y 50 la situación habitacional en Valera se hacía desesperante, dramática y crítica.

La ciudad continuaba situada por los tenedores de las tierras. La asfixia y los elevados precios que se pedían por unos pocos metros de terrenos, y en muchos casos, prevalecía la envalentonada negativa de los dueños en venderlos. Preferían engordarlos.

Es entonces cuando la Junta Revolucionaria del Gobierno, presidida por Rómulo Betancourt, adquiere en 1946, para el desarrollo y expansión de la ciudad 400 mil metros de terrenos en los cuales, bajo la administración del Banco Obrero, debería de construir viviendas.

No obstante doce años después, en 1959, sólo se habían ejecutado 152 viviendas (Bella Vista), mientras que el resto de los terrenos continuaban ociosos o, en su defecto eran destinados a otros usos menos prioritarios, que el de servir de vivienda a quienes carecían de ella.

Ve nacer el barrio

Una de las obras emblemáticas en El Milagro, sin duda lo es su parroquia Jesús Obrero.

El 23 de enero, entonces ve nacer el barrio, es esa fecha que muchos consideraron como alternativa para acabar con el largo vía crucis, de estrechez y hacinamiento.

“A  Juro” es el primer nombre de aquella naciente barriada, cuya consolidación fracasaría debido a la fuerza policíal que sacó a quienes habían habitado la zona.

Sin embargo, la intentona se mantuvo firme y seis mese después, cuando el general Castro León se alza en armas, un 24 de julio, lo intentan nuevamente.

La ocasión no podía ser más propicia, por ser día de fiesta, estaban libres de trabajo, y por el alzamiento del General, las fuerzas represivas estaban ocupadas.

Cuando la represión pudo lanzarse nuevamente contra los habitantes, ya era demasiado tarde. Arremetidas policiales, detenciones, peinillazos. Nada amilanó aquellas valientes familias. Mientras unos purgaban, otros continuaban contribuyendo.

Al barrio lo llaman,  “A Juro”, porque así lo estaban levantando. A juro contra la policía, a juro contra la terca oposición para que se asentaran en esos terrenos. A juro nacieron, a juro han crecido y a juro se mantiene. Siempre luchando por mejores  reivindicaciones.


DE INTERÉS

En 1954 se inauguró el estadio El Milagro, un Ícono deportivo de la ciudad

4000

Mil metros de terrenos adquirió en 1946 la Junta de Gobierno de Rómulo Betancourt para el desarrollo habitacional de Valera a través del Banco Obrero.

EL DATO

Para la realización de este trabajo, se han consultado los textos de: Alberto La Riva Vale, Raúl Díaz Castañeda y Luis González,  Anales de Valera, Libro de Valera y Testimonios del Periodismo Trujillano respectivamente.

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