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Miguel Ángel Albarrán/DLA.- Dos personalidades del ciclismo venezolano se unieron para aportarle a este deporte desde el estado Trujillo, una esperanza más para renacer e incluso hacer crecer a esta disciplina por estas tierras andinas. El aún activo pedalista internacional Miguel Ubeto y el ahora entrenador Julio Herrera, se enfrentaron en sus mejores momentos como ciclistas, pero hoy en día conforman una alianza importante que debe traducirse en éxitos para el futuro del pedalismo trujillano.
Recientemente Ubeto, el mismo de la reconocida organización Venezuela País de Futuro, estuvo de visita en la entidad y por eso Herrera contó como acordaron explotar de manera sana todo ese talento que existe en Trujillo. Esto inició cuando Herrera en 2018 descubre un prospecto llamado Estephano Arias, del cual dio referencias y contó la historia.
¿Cómo nació el acuerdo?
-“Todo empezó cuando Estephano era un novatico, estaba en la escuelita de Juan Ruiz. El andaba en bicicleta de cross. Yo trabajaba en el Indet por categorías menores, estaba buscando unos juveniles para llevarlo a la pista. Eso fue faltando poco para 2019.
Lo veo corriendo en la Zona Industrial, era alto pero era un chamito. Ya tenía 16 años, hoy acaba de cumplir 18. Me sorprendió mucho, uno ya tiene tiempo en el ciclismo, ya uno sabe cuándo alguien es bueno y no hay que prepararlo mucho… Ese muchacho sinceramente nació para esto, para ser atleta de alto rendimiento. Incluso metido en el lote, no lo soltaban. El chamito se veía sobrado y en una bicicleta de cross. Yo les dije que quería ese chamo como hacemos para conseguirle una bicicleta y por fin la conseguimos una de ruta
Le di los consejos, lo fui preparando. El muchacho fue agarrando muchas condiciones, muy rápido, empezó a entrenar con los élites y les fue aguantando. Y el mismo me dijo le aguanté a los muchachos.
Se luchó para conseguirle unas zapatillas. Empezó a meterse segundo y tercero con los élites, empezó hasta ganarles.
Yo dije a este muchacho hay que ayudarlo. Muchos decían, comentaban pero no apoyaban. Hasta conversé con la mamá. Le dije ese muchacho tiene condiciones para esto, son condiciones que no tiene cualquiera. Le expliqué que cualquier ciclista promedio para alcanzar ese nivel físico debe trabajar mucho.
La señora se entusiasmó. Di tanto y hablé primero con Rubén Osorio, como vi que no me dio mucha seguridad, llamé a Miguel (Ubeto) y le expliqué el caso. El mismo cuento que te echo a ti, se lo eché a él”-
Lo llevaron a Caracas y no defraudó
“Tú me conoces, nosotros hemos corrido”, le recordó Herrera a Ubeto. ¿Guanare de verdad es así?.. Fue la respuesta de Ubeto, quien se refiere a Julio por su apodo más conocido en el ambiente ciclístico.
“Si es así, vas a tener que traérmelo”, dijo tajantemente el esprinter de 44 años. Herrera insistió hasta que en diciembre del año pasado se lo llevó Caracas.
“Lo llevamos para probarlo con las FTP, esas pruebas son un rodillo eléctrico que te marca el potencial las pulsaciones, todo lo que el muchachos tiene por dentro”, detalló sobre uno de los dispositivos más modernos y hoy comúnmente utilizados por la elite del ciclismo mundial.
“Llego a Caracas, me dijo que descansáramos bien y que se lo llevara al mediodía. Y cuando lo vio se dio cuenta que todo era cierto, se quedó sorprendido”, aseguró el entrenador llanero, radicado en el estado Trujillo.
“Es un muchacho con condiciones increíbles, naturales. Yo no me quedé con esa. Empecé a insistirle y él le dio casco, zapatillas y todo eso”, resaltó. “Miguel me dijo, como él es alto, yo tengo un cuadro que es grande, talla L, vamos ir armándoselo para dárselo”, destacó.
“Ya con la humildad de Miguel, gracias a Dios, le dio la bicicleta que tiene Estephano actualmente, una tremenda bici”, valoró para volver satisfecho con el atleta a Valera.
“Miguel siguió emocionado, porque yo en cada carrera le mandaba las fotos y le contaba. Esta vez subió con El Gavilán (Wilmer Vásquez) para Timotes y le aguantó. Fue al velódromo con Juan Ruiz y le aguantó”, relató con emoción.
“Le insistí para que viniera para hacerle pruebas a otros jóvenes, La gente se abocó, preparé todo, la prueba. Yo le insistí para que viniera, y empecé a alborotar la gente”, contó con entusiasmo.
Detalló que “se le hizo trabajo a más de 15 muchachos”. “Se descubrieron varios talentos, hay unos muchachos que están levantando. Hay unos prejuveniles que están mostrando unos voltios”, ejemplificó.
“El muchacho que está por encima de 4.0, es válido, es positivo. Eso demuestra que tienen potencial. Si fueron como dos que mostraron 2 puntos, de resto 3.7, 3.8…”, mostró como existen otros talentos.
El Mesías que necesita Trujillo
“El Diablo” Ubeto, como se le conoce en el ciclismo profesional, más bien puede convertirse en el Mesías que necesita esta disciplina tan popular en Trujillo, ya lo está siendo en otras partes del país.
Quedó tan conforme y descubrieron todos esos talentos que conformarán una nueva escuadra de País Venezuela Futuro, que ahora llega a Trujillo.
“Dijimos vamos a registrar el núcleo aquí en el estado”, sacó pecho Herrera, con un orgullo contagioso y que invita a acrecentar este trabajo.
“Si todos se abocan para la Fundación, por qué no crear el mismo elite sub-23, que se queden aquí y representen al estado. Miguel gracias a Dios tiene mucho contacto afuera, en Europa”, opinó.
“Hay muchas posibilidades que el trabajo en el estado Trujillo se crezca nuevamente y sea potencia como antes”, sentenció.
“De verdad yo estoy muy motivado con esto. Esto ha sido siempre mi sueño. Aunque yo no soy de Trujillo pero aquí me radiqué. Soy de Barinas pero aquí me quedé y aquí vivo”, insistió con su sentimiento trujillano.
“He estado representando siempre a Trujillo. Esa es la mentalidad mía, crear varios atletas, con potencial. Tengo todavía mi Escuela de Formación Ciclística Julio Herrera, no la he registrado pero la tengo ahí”, siguió empeñado en que se quiere un verdadero semillero de ciclistas trujillanos de pura cepa.
“Para seguir formando esos chipilines para empezar formarlos y después pasarlos a la Fundación Venezuela País de Futuro-Trujillo”, manifestó con propiedad.
“Mi sueño es hacer que los sueños de esos chamos se cumplan, que se conviertan en grandes ciclistas. La idea es esa, masificar, pasarlo a lo juvenil, luego a la elite”, refirió con las ideas claras.
“Aquí en el estado hace falta más ayuda”, advirtió, al tiempo que exhortó a que se transen a la idea porque la intención es que los muchachos surjan.
Lo que esta sociedad Ubeto-Herrera es algo que necesitan todos los rincones de Venezuela, y por qué no, las montañas y valles del estado Trujillo pueden ser sitios claves para que en un futuro no muy lejano empiecen a despuntar muchachos que no solo le den alegrías con las selecciones estadales y nacionales, sino que en su momento den el salto para ser figuras en el ciclismo internacional.
Que no solo emulen a los locales Juan Ruiz o Carlos Torres, por solo nombra dos, sino que quizás es hora de ayudar a formarlos y que por ahí surja algún Leonardo Sierra, José Rujano o Jackson Rodríguez, los sueños dan para traspasar fronteras. Hay que decirlo.
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